Hechos
La sociedad alemana Lohmann & Rauscher International GmbH & Co. KG (en adelante, el «Fabricante») es titular de la marca de la Unión Europea nº 8852279 DEBRISOFT, registrada en clase 5 para distinguir “productos sanitarios para uso médico”, “esparadrapos” y “material para curas” y comercializa material para curas distinguido con dicha marca.
Por otro lado, la sociedad austríaca Junek Europ-Vertrieb GmbH (en adelante, el «Importador»), comercializa en Alemania, mediante importación paralela, los productos exportados a Austria por el Fabricante. Es decir, compra los productos que el Fabricante vende en Austria, los importa a Alemania y los comercializa allí.
El Importador, antes de la venta, había colocado en la caja de los productos una etiqueta (en lo sucesivo, la «etiqueta controvertida»), incluyendo información sobre la empresa responsable de la importación, su dirección, número de teléfono, código de barras y un número farmacológico centralizado. La etiqueta controvertida estaba colocada en una parte no impresa de la caja y no tapaba la marca DEBRISOFT del Fabricante.
El Importador no había informado previamente al Fabricante de la reimportación ni había puesto a su disposición el embalaje del producto modificado.
El Fabricante interpuso una demanda ante el Landgericht Düsseldorf (Tribunal Regional Civil y Penal de Düsseldorf), pidiendo que se prohibiese al Importador la comercialización, sin su consentimiento, de la marca DEBRISOFT y que se le condenase a recuperar, retirar del mercado y destruir los productos, la cual fue estimada.
El Importador presentó recurso de apelación ante el Oberlandesgericht Düsseldorf (Tribunal Superior Regional Civil y Penal de Düsseldorf). Dicho recurso de apelación fue estimado parcialmente, afectando la prohibición de uso de la marca en cuestión únicamente al territorio de Alemania. Esta decisión fue también recurrida por el Importador, quien presentó recurso de casación ante el Bundesgerichtshof (Tribunal Supremo Civil y Penal de Alemania).
El Tribunal Supremo alemán expone que, según la jurisprudencia del Tribunal de Justicia - en concreto, las sentencias de 23 de abril de 2002, Boehringer Ingelheim y otros (C‑143/00), y de 26 de abril de 2007, Boehringer Ingelheim y otros (C‑348/04) -, el reenvasado de medicamentos efectuado por un tercero sin la autorización del titular puede crear riesgos reales para la garantía de procedencia y que un nuevo etiquetado del embalaje se incluye también dentro del concepto de reenvasado. Partiendo de esta consideración, el Tribunal Supremo interpreta que la etiqueta controvertida que añade el Importador en el producto consiste en un reenvasado.
En relación con los motivos legítimos que impiden al titular de una marca oponerse a la comercialización de productos reenvasados, el Tribunal Supremo hace referencia a los cinco requisitos establecidos por la jurisprudencia del TJ - sentencias de 11 de julio de 1996, Bristol-Myers Squibb y otros (asuntos acumulados C‑427/93, C‑429/93 y C‑436/93, apartado 79), y de 26 de abril de 2007, Boehringer Ingelheim y otros (C‑348/04, apartado 32) en el marco de la importación paralela de medicamentos.
El Tribunal Supremo considera que, tanto los medicamentos como los productos médicos, son productos especialmente sensibles debido a su relación directa con la salud y la elevada responsabilidad del fabricante, por lo que en ambos casos adquiere una especial relevancia la garantía de procedencia que otorga la marca.
El Tribunal Supremo alemán considera que la aplicación de estos principios no se limita a casos de importación paralela de medicamentos alegando que el Tribunal de Justicia declaró que dichos principios son de aplicación también para el comercio paralelo de bebidas alcohólicas (Loendersloot, C‑349/95).
Por ello, el Tribunal Supremo alemán decide plantear al TJ diversas cuestiones para dilucidar si, en un caso como el controvertido, el titular de la marca se podría oponer a la comercialización ulterior.
Pronunciamientos
El Tribunal de Justicia indica que los cinco requisitos establecidos jurisprudencialmente que podrían impedir al titular de la marca oponerse legítimamente a la comercialización ulterior del producto, se aplican únicamente cuando el importador ha reenvasado ese producto.
Aunque existe jurisprudencia que indica que el concepto de reenvasado incluye el etiquetado de los envases de los medicamentos, hay tener en cuenta que los hechos que dieron lugar a las sentencias que fijaron jurisprudencia se diferencian de los hechos que son objeto del asunto en cuestión.
En las citadas sentencias no solamente se colocaba una etiqueta adicional externa, sino que, en todos los casos, se procedía a la apertura del embalaje original para añadirle un prospecto en una lengua diferente a la del país de origen del producto que llevaba la marca en cuestión.
En la medida en que el envasado no ha sido modificado y la presentación original del embalaje únicamente se ha visto afectada por la colocación de una etiqueta de pequeño tamaño que no tapa la marca y que incluye información sobre el responsable de la comercialización, sus datos de contacto, un código de barras y un número farmacológico centralizado, no puede considerarse que se produzca un reenvasado.
Por tanto, la colocación de una etiqueta como la controvertida no constituye un motivo legítimo que justifique la oposición del titular de la marca a una ulterior comercialización.
Comentario
El Tribunal Supremo alemán parte de una consideración errónea del concepto de reenvasado de productos, a partir de una interpretación estricta de la jurisprudencia existente. El TJ aporta mayor claridad sobre el alcance del concepto de reenvasado de productos, fijando una interpretación que se acerca más al sentido literal del término “reenvasado”.
No cabe interpretar que todo nuevo etiquetado de productos sea considerado reenvasado, sino que habrá que determinar si existe o no reenvasado en función de las circunstancias concretas.
En el caso del litigio principal se confirma que la inclusión de una etiqueta en el envase del producto que no tapa la marca del producto y que incluye meramente los datos necesarios para la comercialización del producto, no consiste en un reenvasado del producto. Asimismo, siguiendo el criterio fijado por esta sentencia, podemos entender que el reenvasado de productos se produciría en aquellos casos en los que: (a) el embalaje se ha modificado; (b) se ha abierto (por ejemplo, para añadir prospectos o instrucciones dentro); (c) la presentación original de producto se ha visto afectada más de lo estrictamente necesario; o (d) se ha tapado la marca.
La sentencia no entra a valorar si los supuestos en los que el titular de la marca no tendría motivos legítimos para oponerse a la comercialización ulterior de medicamente, fijados jurisprudencialmente, serían también aplicables a productos médicos. Ciertamente, la interpretación en sentido afirmativo del Tribunal Supremo alemán, basada en la relación directa con la salud que ambos tipos de productos tienen y en el elevado grado de responsabilidad que los fabricantes de estos productos comparten, parece acertada; sobre todo, si tenemos en cuenta que el TJ ya confirmó que los criterios relativos al reenvasado de medicamentos también pueden ser aplicables al comercio paralelo de bebidas alcohólicas.
Autor: Agustín Alguacil, Anuario Elzaburu, Edición 2018 (recopilatorio de comentarios de jurisprudencia europea en materia de Derecho de Propiedad Industrial e Intelectual que realiza Elzaburu).
Texto de la sentencia proveniente de la base de datos El Derecho Internet Mementos. Más información y posibilidad de probar gratuitamente el producto en https://www.efl.es/catalogo/bases-de-datos-juridicas-de-el-derecho
Versión en inglés:
- Background. The German company Lohmann & Rauscher International GmbH & Co. KG (hereinafter the “Manufacturer”) is the owner of European Union Trademark no. 8852279 DEBRISOFT, registered in class 5 for “sanitary preparations for medical purposes”, “plasters” and “material for dressings”, and it markets material for dressings as covered by said trademark.
The Austrian company Junek Europ-Vertrieb GmbH (hereinafter the “Importer”) markets in Germany, by way of parallel importation, the products exported to Austria by the Manufacturer, that is, it purchases the products the Manufacturer sells in Austria, imports them to Germany and then sells them there.
Before selling the products, the Importer affixed a label on the box of the products (hereinafter the “contested label”), including information regarding the company responsible for the importation, its address and telephone number, a barcode and a central pharmaceutical number. The contested label was applied to an unprinted part of the box and did not conceal the Manufacturer’s DEBRISOFT mark.
The Importer had not given prior notice to the Manufacturer of the reimportation and had not supplied it with the modified packaging of the product.
The Manufacturer lodged an action before the Landgericht Düsseldorf (Regional Court, Düsseldorf), seeking to prohibit the Importer from using the DEBRISOFT mark in the course of trade, without its agreement, and to order that company to recall, withdraw from the market and destroy the products concerned, which was upheld.
The Importer lodged an appeal before the Oberlandesgericht Düsseldorf (Higher Regional Court, Düsseldorf). This appeal was partially accepted, insofar as the court ruled that the prohibition on use of the mark at issue related to Germany only. This decision was also appealed by the Importer, who lodged an appeal on a point of law before the Bundesgerichtshof (Federal Court of Justice, Germany).
The German Federal Court stated that, according to the case-law of the Court of Justice, in particular, the judgments of 23 April 2002, Boehringer Ingelheim and Others (C‑143/00), and of 26 April 2007, Boehringer Ingelheim and Others (C‑348/04), the repackaging of a pharmaceutical product by a third party without the permission of the proprietor gives rise to real risks for the guarantee of origin and affixing a new label to the packaging also constitutes repackaging. Based on this consideration, the Federal Court interpreted that the contested label added to the product by the Importer constitutes repackaging.
With regard to the legitimate reasons preventing the owner of a mark from opposing the commercialisation of repackaged products, the Federal Court referred to the five conditions established by case-law of the Court of Justice - judgments of 11 July 1996, Bristol-Myers Squibb and Others (joined cases C‑427/93, C‑429/93 and C‑436/93, paragraph 79), and of 26 April 2007, Boehringer Ingelheim and Others (C‑348/04, paragraph 32) in the context of the parallel importation of pharmaceutical products.
The Federal Court considered that medical devices, just like pharmaceutical products, are particularly sensitive products due to their direct connection with health and the high degree of responsibility of the manufacturer. Thus, the guarantee of origin provided by the mark affixed to the product is of particular importance in both cases.
The German Federal Court found that the application of those principles is not restricted to cases of the parallel importation of pharmaceutical products, arguing that the Court of Justice held that said criteria could also apply to parallel trade of alcoholic beverages (Loendersloot, C‑349/95).
Thus, the German Federal Court decided to refer several issues to the Court of Justice to elucidate whether or not, in a case such as the matter in dispute, the owner of the mark could oppose further commercialisation.
- 2. The Court of Justice indicated that the five conditions established in case-law, which could prevent the proprietor of the mark from legitimately opposing further commercialisation of the product, are only applicable when the importer has repackaged the product.
Although there is case-law indicating that the concept of repackaging includes the labelling of pharmaceutical products packaging, it is important to keep in mind that the facts giving rise to the judgments establishing the case-law differ from the facts of the matter in question.
The aforementioned judgments did not simply involve the affixing of an additional external label, but also, in every case, the opening of the original packaging in order to insert an information leaflet in a language different from that of the country of origin of the product which bore the mark in question.
Given that the packaging has not been modified and that the original presentation of the packaging has only been affected by the attachment of a small label, which does not conceal the mark and includes information of the company responsible for placing it on the market, said company’s contact details, a barcode and a central pharmaceutical number, it cannot be considered to constitute repackaging.
Therefore, the attachment of an additional label, such as the contested label, does not constitute a legitimate reason justifying the opposition of the proprietor of the mark to further commercialisation.
- 3. The German Federal Court errs in its consideration of the concept of product repackaging, based on a strict interpretation of existing case-law. The Court of Justice provides greater clarification concerning the scope of what constitutes repackaging of products, defining an interpretation which is closer to the literal meaning of the word “repackaging”.
It should not be interpreted that any new product labelling is to be considered repackaging. It must be determined whether or not there has been repackaging, based on the specific circumstances.
In the case of the main proceedings, it is confirmed that the attachment of a label on the packaging of the product which does not cover the mark of the product and simply includes the details necessary for the commercialisation of the product, does not constitute product repackaging. Likewise, in accordance with the criterion established by this judgment, it is understood that there would be repackaging of products in cases where: (a) the packaging is modified; (b) it has been opened (for example, to add information leaflets or instructions); (c) the original presentation of the product has been affected beyond that which is strictly necessary; or (d) the mark is concealed.
The judgment does not enter into any consideration as to whether the cases in which the proprietor of the mark would not have legitimate reasons to oppose further commercialisation of pharmaceutical products, as established by case-law, would also be applicable to medical devices. Certainly, the German Federal Court’s affirmative interpretation in this regard, based on the direct connection that both types of product have with health and on the high responsibility of the manufacturers of these products, seems appropriate, particularly if we consider that the Court of Justice already confirmed that the criteria relating to the repackaging of pharmaceutical products could also be applicable to the parallel trade of alcoholic beverages.
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