
Las notarías permanecieron abiertas incluso durante los meses de confinamiento, para atender aquellos actos cuya demora podía perjudicar gravemente a los interesados, como la formalización de préstamos y créditos, compraventas con plazos inminentes, o la firma de testamentos y poderes para personas vulnerables.
Hoy, cinco años después de declararse el estado de alarma por el COVID, esa realidad sería diferente ya que, gracias a la aprobación de la Ley 11/2023 y al desarrollo tecnológico logrado por el Notariado, es posible prestar ciertos servicios notariales íntegramente online, fundamentalmente los mercantiles, en la Sede Electrónica Notarial. A esta Sede se accede a través del Portal Notarial del Ciudadano, en internet. También es posible facilitar copias electrónicas autorizadas de las escrituras públicas a ciudadanos y empresas.
Además, el Consejo General del Notariado ha desarrollado un protocolo de actuación para casos de emergencia que se puso en marcha el 31 de octubre del año pasado, tras las inundaciones provocadas por la DANA.
“Esta ley, que los notarios llevábamos años proponiendo, nos ha permitido desarrollar un protocolo que, desgraciadamente, hemos tenido que aplicar a causa de la DANA. Notarios de todo el país han autorizado gratuitamente, de momento, más de 12.000 actas online que están permitiendo a los damnificados acreditar las propiedades perdidas o dañadas. También se les han facilitado miles de copias electrónicas autorizadas de las escrituras públicas perdidas en la tragedia”, explica María Teresa Barea, portavoz del Consejo General del Notariado.
Comparativa 2019-2024
La contracción severa de la actividad durante los meses de pandemia llevó a las autoridades a aprobar medidas de apoyo para trabajadores, familias y colectivos vulnerables, tales como moratorias para el pago de los intereses y el principal de los préstamos contraídos, entre otras.
Fruto de esas medidas se formalizaron ante notario novaciones de préstamos, que rozaron en 2020 las 130.000 operaciones, lo que supuso un aumento de casi el 300% frente al año 2019. Ya en 2021, y de la mano de menores medidas restrictivas y el comienzo de la recuperación económica, la tendencia comenzó a revertirse hasta las 80.253 operaciones de novaciones de préstamos en 2024.
La pandemia y las restricciones de movilidad provocaron fuertes caídas del mercado inmobiliario en 2020. El número de compraventas llegó a registrar desplomes que rozaron el 70% interanual en abril de 2020. Esta tendencia se ha revertido: en 2024 se han registrado 716.183 operaciones, superando significativamente los niveles prepandémicos de 2019.
También es destacable el aumento en las donaciones familiares, que en 2024 alcanzaron un récord de 199.295 operaciones, un 15% más que el año anterior.
Por otro lado, en comparación con los niveles prepandémicos de 2019, los matrimonios ante notario han aumentado en 2024 un 115%, mientras que los divorcios han crecido un 33%, consolidando la tendencia al alza sostenida tras la pandemia.
A diferencia de lo que ocurrió en el año 2020, durante 2021 el exceso de mortalidad sí se tradujo en un incremento de los actos notariales relacionados con las herencias. El efecto “espera o rebote” habría propiciado que muchas de las operaciones pudieran haber esperado a formalizarse durante el 2021, en lugar de en el 2020 que, recordemos, tuvo una mortalidad que dobló la de 2021.
En 2023, el número de testamentos superó los 740.000, mientras que en 2024 se han alcanzado los 756.115, registrándose la cifra más alta de la serie. En comparación con los niveles prepandémicos, los testamentos han aumentado más de un 20% respecto a 2019, reflejando un cambio estructural en la planificación patrimonial de la mano de un envejecimiento poblacional progresivamente más acusado.