Un documento que recoge la posición de numerosos expertos desde el inicio de la epidemia y que contempla las medidas sanitarias y principios de actuación para alcanzar una nueva normalidad dentro del marco del COVID-19.
El informe destaca cuatro capacidades específicas que se deben reforzar para iniciar de forma segura y eficaz la transición: la asistencia sanitaria, la vigilancia epidemiológica, la identificación y contención precoz de fuentes de contagio y medidas de protección colectiva.
Una vez que las cuatro capacidades estratégicas se hayan desarrollado suficientemente, se podrán tomar decisiones que permitan un progresivo aumento de la movilidad y de la actividad laboral.
Asistencia sanitaria reforzada
Garantizar tanto a nivel hospitalario como de Atención Primaria la capacidad asistencial. El objetivo es la recuperación de la calidad asistencial para pacientes no Covid-19 y el establecimiento de instalaciones adecuadas para pacientes Covid-19 durante los próximos meses que permitan además responder ante posibles rebrotes de la enfermedad y nuevas ondas epidémicas.
Vigilancia epidemiológica
Se reforzará la capacidad de establecer indicadores y protocolos de vigilancia para garantizar una monitorización efectiva de la transición.
Identificación y contención de fuentes de contagio
Refuerzo de la identificación y contención de fuentes de contagio como condición necesaria para iniciar la transición a las nuevas fases de evolución de la epidemia.
Medidas de protección colectiva
El informe destaca las acciones que requieren impulso sostenido por parte del Ministerio de Sanidad y las CCAA como: el distanciamiento social, la adecuada higiene de manos y la etiqueta respiratoria.