Durante tres horas los candidatos a decano del ICAM protagonizaban un debate polémico marcado por un cruce de acusaciones entre Manuel Valero, Nicolás González- Cuellar, Javier Iscar , José María Alonso, Luz Elena Jara y Begoña Trigo. En suma, fueron acusaciones sobre la financiación de las campañas o a la estructura actual del ICAM y su falta de sensibilidad con la situación del turno de oficio, relacionadas con la falta de transparencia o el maltrato al colectivo carente de independencia judicial en un intento de atentar contra el principio de defensa.
El debate que intentó moderar sin éxito la periodista Patricia Rosety, estaba dividido en tres bloques temáticos que los candidatos conocían previamente. Se trataba que cada candidato resumiera sus propuestas en función del Colegio y colegiados, la transparencia y democratización y por último, el turno de oficio. Con tiempos medidos por intervención, los candidatos tuvieron la posibilidad de dar a conocer sus propuestas al colectivo, una posibilidad que apenas utilizaron en detrimento de realizar acusaciones de financiación de campaña, de denuncia de la mutualidad del abogado, MUSA, de celebración de fiestas para capturar votos o de haber empeorado la situación económica del turno de oficio, entre otras.
Cruce de acusaciones
Manuel Valero comenzaba su intervención mostrando su malestar por los tiempos asignados a pesar de que previamente había sido informado de esta estructura de intervención. Iniciado el debate, comenzaban también las acusaciones por parte de Nicolás González-Cuellar sobre las fórmulas de financiación de la campaña de José María Alonso. Begoña Trigo insinuaba la falta de independencia judicial y en cada intervención se refería al maltrato que sufría el colectivo por parte del ICAM. Luz Elena Jara centraba su participación en difundir el trabajo de la Asociación ALA en defensa de los abogados y abogadosn que en su opinión se encuentran “en situación de indefensión al no sentirse representados y necesitar de asociaciones para la defensa de sus intereses”.
José María Alonso, era el encargado de imponer serenidad en el debate dando a conocer su idea del Colegio como el "mayor y mejor Colegio de Abogados de Europa". Según Alonso ” el objetivo será fortalecer la voz del abogado y que los abogados recuperen el orgullo de su profesión” Alonso definía su propuesta como una candidatura para los más desfavorecidos, “los jóvenes y las mujeres”.
Los colegiados deberían votar de forma masiva
El único nexo de unión entre los candidatos estuvo en la necesidad de participación. Si Manuel Valero se encargaba de solicitar la contratación de autobuses para favorecer la participación de los colegiados, Nicolás González-Cuéllar proponía la instauración inmediata del voto electrónico. Para González-Cuéllar su candidatura es la propuesta del cambio necesario para que la abogacía recupere su prestigio. Javier Iscar, por su parte, evitaba una confrontación con el resto de candidatos y realzaba la figura de Sonia Gumpert valorando mejoras de la gestión de la actual decana como el seguro de responsabilidad civil, las salas de togas, los Congresos de Abogacía o los nuevos proyectos digitales que pondrá en marcha en caso de ganar las elecciones. “Habrá un Colegio 3.0. Ningún Colegiado sin red, será nuestro objetivo”, concluía.
En cuanto a la transparencia y democratización, cada candidato hacía suya la propuesta por un Colegio transparente en estructura y organización y proyectos. Si para Iscar el Colegio es actualmente transparente gracias a la certificación de AENOR, para Valero el futuro será la creación de un portal de transparencia similar al del Consejo General del Poder Judicial. En palabras de Valero será "necesaria la reforma radical de los estatutos y el control de los presupuestos además de la necesidad de auditar MUSA."
Sensibilidad con el turno de oficio
En cuanto al turno de oficio, último bloque del debate, la situación de este colectivo era abordada con extrema delicadeza por parte de los candidatos. Begoña Trigo se refería a los abogados del turno de oficio mostrando el tono sensible que refieren sus reivindicaciones dado una situación de precariedad económica que dificulta una reconocimiento digno. Valero hablaba del defensor del turno de oficio como nueva figura para el reconocimiento de los 44.000 abogados inscritos en España.
Nicolás González-Cuéllar se refería a la necesidad de un sistema de prácticas retributivas para los abogados del turno. Por su parte, José María Alonso apuesta en su programa una mejora de la formación continua gratuita y Luz Elena Jara denuncia una situación de baremos anclados en el año 2003.
El debate comenzaba con un minuto de silencio en memoria del fiscal general del Estado José Manuel Maza fallecido el pasado domingo.
