El secretario general de Gestha, José María Mollinedo, explica, en declaraciones a Europa Press, que para cubrir las bajas que se produzcan por jubilación y para equiparar en 8 años la plantilla a la media de la UE, tal y como rige la ley antifraude, es necesario que se dé 'luz verde' a una oferta pública de empleo de unas 1.200 personas este año, que sería extraordinaria a la que ya se ha aprobado por el Gobierno.
En concreto, el Gobierno aprobó recientemente la Oferta de Empleo Público (OPE) de 2022, que incluye 1.836 plazas para reforzar la plantilla de la Agencia Tributaria, lo que supone un incremento del 30%, con la voluntad de dar impulso a la lucha contra el fraude.
No obstante, los técnicos de Hacienda ven esta cifra "insuficiente" si se quiere cumplir, tanto con lo dispuesto en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, como con la ley antifraude.
Hasta marzo de este año, la Agencia Tributaria contaba con un total de 25.232 funcionarios, a los que se suman unas 1.274 personas de personal laboral. Comparando con las administraciones tributarias del entorno, España necesitaría, según Gestha, entre 15.000 y 17.500 nuevos efectivos --entre funcionarios y personal laboral--.
"En el peor de los casos, esos 15.000 efectivos entre 8 años supondría la aprobación de ofertas públicas de empleo de 1.866 personas cada año, que serían adicionales a las bajas que se producirían por jubilación u otras causas", explica Mollinedo en la entrevista.
Según recuerda el secretario general de Gestha, la Disposición adicional sexta de la Ley 11/2021, de 9 de julio, de medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal, dicta que en un periodo de ocho años la ratio de personal de las administraciones tributarias en relación con el número de obligados tributarios se debe aproximar a la media europea.
Pero para Gestha, con arreglo al aumento de las jubilaciones previstas en la AEAT durante los próximos años, la OEP 2022 incumplirá esta disposición, a no ser que apruebe una Oferta de empleo público extraordinaria, tal como se realizaron para la Administración tributaria en los años de la crisis en que la tasa de reposición general estuvo en el 10%.
Un incremento recogido en el Plan de Recuperación
Esto aparte de lo establecido en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, donde se estipula un aumento de los efectivos de la Agencia Tributaria con la finalidad de que se alcancen dimensiones más próximas a las que han sido habituales durante toda su historia, en la que casi siempre ha contado con más de 27.000 empleados, alcanzando máximos en el entorno de los 28.000.
La plantilla de la Agencia Tributaria se ha reducido respecto de la disponible antes de la crisis económica de 2008. Dicha situación se ha producido como consecuencia de la combinación de dos factores: por una parte, la elevada edad media de la plantilla, con el consiguiente escenario de jubilaciones en los próximos años, y, por otra, las dificultades para la incorporación de nuevos efectivos después de sucesivos años con ofertas de empleo públicas reducidas.
Por esta razón, se plantea como objetivo prioritario de la Agencia Tributaria, tal y como prevé su plan estratégico 2020-2023, la recuperación progresiva de la cifra de empleados de los que disponía antes del impacto de la crisis económica, recogiendo el compromiso de "reforzar y rejuvenecer" la plantilla para hacer frente a los nuevos retos.
Aplicación de leyes
Mollinedo ha advertido de que los funcionarios que se inscriban a esta última convocatoria de 2022 a la Administración Tributaria se van a ir incorporando al cuerpo entre los años 2023 y 2024, ya que desde que se convoca la oposición, hasta que se realizan los ejercicios y se finaliza la escuela de formación "pasa un tiempo" que no se suele tener en cuenta.
Aparte, desde Gestha solicitan el compromiso del Gobierno de que las plazas que se convocan se cubren. Según apunta Mollinedo, en el turno libre, hay plazas desiertas porque los tribunales examinadores piensan que los convocados "no tienen nivel suficientes para aprobar".
"En ocasiones hay un exceso de celo para conseguir que quien entre sepa mucho", señala el secretario general de Gestha, quien apuesta por que las oposiciones no se basen solo en aprender de memoria las leyes y reglamentos, sino en "saber aplicarlo bien".