Otra vez el odio; otra vez la muerte. Otra vez decenas de inocentes masacrados por el delirio fanático de los asesinos sin alma, sin dioses, sin posibilidad -desde luego y sobre todo- de paraíso futuro.
A mediodía, en Madrid, guardaremos un nuevo minuto de silencio que no debería convertirse en una rutina cruel de dolor, de sangre, de...¿hasta cuándo?
A mediodía, en Madrid, otra vez, traduciremos nuestros minutos de silencio en fugaz apnea de vida y libertad, en un grito silente y universal de rabia y de solidaridad combativa.
Queridos compañeros franceses, lo sabéis: de todo corazón, con toda nuestra tristeza y nuestra pena, estamos con vosotros.
Muchas gracias
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