Portavoces de los principales partidos políticos con representación en el Congreso se dieron cita anoche en el ICAM para dar respuesta a si es posible establecer un Pacto de Estado por la cultura. La jornada, organizada al amparo de la Sección de Derecho y Cultura, estuvo moderada por su presidente, Antonio Muñoz Vico, y contó con las intervenciones de Félix Álvarez, portavoz de la comisión de cultura de Ciudadanos; Rosana Pastor, miembro de la subcomisión para la elaboración del Estatuto del Artista de Unidos Podemos; José Andrés Torres Mora, portavoz de la comisión de cultura del PSOE; y Emilio del Río, portavoz de cultura del grupo Popular en el Congreso.
Como explicó Antonio Muñoz Vico, resulta patente que el mundo de la cultura reivindica nuevos cambios, y el reflejo al que aspirar está en la Francia, país en que “la industria cultural aporta 7 veces más al PIB que la automovilística”.
Estatuto del Artista
El evento coincidía con la aprobación del Informe sobre el Estatuto del Artista, hecho que Muñoz Vico celebró como “éxito del parlamentarismo”, corroborando Félix Álvarez que se había “roto una barrera importante”. Este Estatuto, que contempla distintas medidas de corte fiscal y laboral, “no es un texto legislativo”, como señaló Del Río, “pero sí supone una hoja de ruta, una referencia que demuestra el ánimo político de llegar a un acuerdo, y que ofrece a los ciudadanos la posibilidad de exigir su cumplimiento”. Además, no sólo ampara a los artistas sino que tiene en cuenta a “todos los trabajadores de la cultura”, indicó el portavoz popular.
Precisamente la precariedad del sector fue una de las reivindicaciones de Rosana Pastor: “Es un sector muy precarizado por las condiciones de itinerancia que lleva aparejadas”, por eso, este Estatuto persigue el objetivo de que “no se margine a creadores y que se respete la libertad de expresión”. Pastor también puso el acento en “alejar la cultura de los vaivenes de la política y sacarla de la tutela de las instituciones”.
Para Torres, sin embargo, la cuestión radica en “la necesidad de definir el modelo de cultura, incluyendo como debate fundamental qué tipo de creadores queremos”. La intervención del socialista asumió una perspectiva más pragmática, cuestionando si detrás de la búsqueda de un pacto de Estado no está más bien la de “medios económicos”, y rompió una lanza en defensa de los “vaivenes políticos”: “El día que no haya, nos habremos cargado la sociedad humana”, alegó.
La cultura como hecho excepcional
La voluntad de consenso pasa por interiorizar la excepcionalidad de la cultura, “reconociendo la importancia de establecer una política de Estado que la promocione y proteja”, señaló Muñoz, pues es algo intrínsecamente representativo de la “imagen nacional”. En este sentido, para Álvarez “el Estatuto es una buena plataforma para que la sociedad entienda la importancia de la cultura”, y es que para el diputado de ciudadanos es fundamental “hacer ver a la gente que la cultura es el tuétano de los huesos del esqueleto de un país”.
“España es el segundo país en cuanto a patrimonio cultural por debajo de Italia”, indicó Pastor, “y el 80% está en el mundo rural”. Por eso, para la portavoz de Unidos Podemos, es capital “velar por la cultura” en las áreas rurales.
Implicación ciudadana
Pastor también defendió que la cultura es “algo vivo que no tiene sentido si no está en contacto con la ciudadanía”, pero aquí es donde surgieron las principales disensiones.
Para Álvarez, ciertamente “un Pacto de Estado necesita el apoyo inequívoco de la ciudadanía”, pero no le parece que sea el momento oportuno de alcanzarlo: “Gran parte de la población no lo entendería”, explicó. Torres, en la misma línea, señaló que “tenemos un problema de diagnóstico en nuestra sociedad, nos hace falta serenarnos”.
