El modelo 720 es una declaración informativa sobre los bienes y los derechos situados en el extranjero aprobada en el año 2012 tras la modificación de la normativa tributaria y en medio de una campaña contra el fraude fiscal realizada por el actual gobierno español.
El Modelo contemplado en la Ley 7/2012 de 29 de octubre ha sido criticado por la Comisión Europea por la obligación adquirida de todos aquellas personas físicas o jurídicas residentes en España y que tengan cuentas corrientes, valores, seguros o rentas en el extranjero por valor de más de 50.000 euros.
Bruselas cree que la política sancionadora española es excesiva y denuncia que las multas son mayores que las sanciones aplicadas en la actual situación nacional,lo que puede disuadir a empresas o particulares españoles de realizar una inversión en Europa. La Comisión Europea ha dado a España un plazo para el cambio de la normativa y de no ser así, el caso tributario español será traslado a la corte de Luxemburgo.
La postura Europea es respaldada por expertos de la Asociación Española de Asesores Fiscales quienes consideran que la Ley da pie a un ”abrumador régimen sancionador”. Para Esaú Alarcón “hemos pasado de un régimen sin sanciones a tener sanciones extremadamente rígidas para seguir en una situación similar”. Según explica Alarcón, autor del Libro “La obligación tributaria de información sobre activos en el extranjero”, habrá que reconducir el precepto y establecer un régimen sancionador que no sea tan desorbitado como el actual. El Modelo 720 debe convertirse en un modelo con carácter residual”.
Durante el acto de presentación de monografía, Juan Pujol, Presidente de Lefebvre- El Derecho calificaba el trabajo del autor como "una disección minuciosa e implacable de la obligación tributaria de información sobre activos en el extranjero". Una obligación identificada con el modelo que vehicula su cumplimiento, el ya “tristemente célebre” modelo 720. Un modelo que para el abogado y economista Alejandro Miguélez es "inútil para la gestión tributaria y que, por tanto, debe desaparecer".
En palabras de Juan Pujol, presidente de Lefebvre- El Derecho, Esaú Alarcón "recorre con ánimo exhaustivo el laberinto normativo de esta Obligación, con foco profundo y lógicamente crítico hacia el exorbitante y abrumador régimen sancionador. Esaú Alarcón realiza una minuciosa -e implacable- disección de tan mediática como polémica figura, la "Obligación tributaria de información sobre activos en el extranjero". Obligación identificada con el modelo que vehicula su cumplimiento, el ya ¿tristemente? célebre 720".
La monografía de Esaú Alarcón, ordenada en 3 capítulos, "Introito, Nudo y Coda", está enmarcada en la Colección AEDAF - Francis Lefebvre y está concebido para cubrir un espacio de reflexión y análisis técnico , con el denominador común de la autoría de todos los títulos publicados a cargo de miembros de la Asociación Española de Asesores Fiscales.