Los aspirantes a presidir un Tribunal Superior de Justicia deben tener quince años de antigüedad en la carrera judicial y diez años con la categoría de magistrado, según lo dispuesto en la LOPJ.
En el caso de los que se presenten a presidencias de Sala de los TSJ, la Ley Orgánica del Poder Judicial establece como requisito que sean magistrados con diez años de servicio en la categoría y ocho años en el orden jurisdiccional de que se trate; mientras que para los presidentes de Audiencias Provinciales se exige la categoría de magistrado y una antigüedad de diez años en la carrera judicial.
Al tratarse de cargos gubernativos, los aspirantes a las cuatro plazas anunciadas deberán exponer su currículo y su proyecto ante la Comisión Permanente en comparecencias públicas