“El nuevo reglamento europeo en materia de sucesiones busca garantizar la seguridad jurídica de las 450.000 herencias transfronterizas por valor patrimonial de 125.000 millones de euros que se producen al año”, según manifestó Francisco Fonseca, jefe de la representación en España de la Comisión Europea, en la inauguración del seminario sobre sucesiones internacionales que se celebra hoy en Madrid.
Este seminario, dirigido por el notario Isidoro Calvo, ha sido organizado por el Consejo General del Notariado en colaboración con el Consejo de los Notariados de la Unión Europa, la Comisión Europea y los Notariados de Portugal, Bélgica, Francia, Italia y Rumanía. Su objetivo es analizar las consecuencias prácticas del nuevo reglamento europeo sobre la materia, que entrará en vigor en agosto de 2015. Este reglamento armoniza las normas del Derecho Internacional Privado en materia de sucesiones y crea el Certificado Sucesorio Europeo.
Para Francisco Fonseca, la complejidad de este reglamento dificultará su aplicación, por lo que demandó de los notarios que “estudien la mejor manera práctica de aplicarlo para que las sucesiones internacionales puedan funcionar y beneficien a los 14 millones de ciudadanos europeos que viven fuera de sus fronteras”. La principal aportación práctica del Reglamento –para Fonseca- será la puesta en marcha del Certificado Sucesorio Europeo. “Tenemos que conseguir- aseguró- que los notarios puedan garantizar a un heredero transnacional, gracias a este certificado, que no tendrá problemas de que se le reconozca en otros Estados. El Notariado tiene capacidad para dar contenido y hacer funcionar esta figura jurídica”.
José Manuel García Collantes, presidente del Consejo General del Notariado, inauguró este foro haciendo hincapié en la trascendencia del nuevo reglamento europeo que armonizará las normas del Derecho internacional privado en materia de sucesiones. “Es una normativa de primera magnitud, que demuestra cómo –paso a paso- se va construyendo la Europa de los Ciudadanos. En la UE la sucesión mortis causa de una persona puede acabar sujeta a la regulación contenida en varios ordenamientos nacionales, lo que explica la necesidad de que el Derecho de la Unión tuviera que dar una solución armónica al fenómeno sucesorio de los europeos”.
El máximo representante de los notarios españoles resaltó la cooperación de la Comisión Europea con el Consejo de los Notariados de la Unión Europea (CNUE), que ha permitido “la realización de 14 seminarios de formación, que han servido de entrenamiento para los notarios ante el nuevo reglamento”.
Lorenzo Prats, catedrático de Derecho Civil, señaló que “el reglamento trata de solucionar problemas concretos de los ciudadanos”, recordando que hay más de dos millones de españoles viviendo en el extranjero, el 36 por ciento en la UE, y de ellos un 22 por ciento mayores de 65 años, según el padrón de ciudadanos españoles de 2014. También destacó que 5 millones y medio de ciudadanos de otros países residen en España- según datos del Ministerio de Empleo de junio de 2013- de los cuales cerca de 190.000 tienen más de 60 años.
Tras apuntar que “la Unión Europea está construyendo su propio Derecho privado”, aseguró que “las diferentes leyes de los Estados miembros están dificultando la realización de los derechos de los ciudadanos europeos y la libre circulación de las personas en el espacio común”. Como solución- aclaró- “el Reglamento determina que los ciudadanos europeos puedan decidir la ley que se aplicará a su sucesión”. Esta voluntad quedará recogida en un testamento o disposición testamentaria. En el certificado sucesorio quedara reconocida una persona como heredera, y tendrá eficacia ante cualquier Tribunal o Autoridad de los Estados Miembros UE. El notario jugará un papel fundamental “por el asesoramiento que prestará a los ciudadanos sobre las leyes aplicables a su sucesión y porque como funcionario del Estado controlará la legalidad del documento, que será un documento público”.
Más de 150 notarios asisten hoy a este seminario sobre sucesiones internacionales, donde se analiza en detalle la ley aplicable a la sucesión según el nuevo reglamento; el valor del certificado sucesorio europeo; la circulación, el reconocimiento, los efectos y la inscripción de los instrumentos públicos sucesorios y del certificado, y la adaptación de los derechos reales. Por la tarde de trabajará en un caso práctico para, a continuación, proceder a la lectura de las conclusiones y la clausura.