Todos los trabajadores de la empresa disfrutan de las vacaciones al mismo tiempo coincidiendo con las fiestas locales, entre el 14 y el 23 de agosto. Pero uno de los trabajadores no se reincorpora hasta el 6-9-2021, por lo que la empresa le comunica su despido por faltar al trabajo sin causa justificada.
El trabajador presenta demanda de despido justificando sus ausencias en el disfrute de vacaciones, que le habían sido autorizadas de forma verbal. Estimada la demanda en primera instancia, recurre la empresa en suplicación alegando que el trabajador no puede, de forma unilateral, dejar de acudir al trabajo, aunque lo haya comunicado a la empresa.
El TSJ Castilla-La Mancha, en su sentencia de 14 de julio de 2022, tiene en cuenta que en la empresa es práctica habitual que, si algún trabajador tiene más días de vacaciones o precisa otras fechas, pacte verbalmente con la empresa el disfrute de vacaciones en otras fechas.
Por ello, corresponde a la empresa mostrar su disconformidad con la solicitud haciéndoselo saber al trabajador y requiriéndole de forma clara y contundente para que se reincorpore al trabajo una vez finalizadas las fiestas locales.
Al no hacerlo así, lo único que puede deducirse es que efectivamente existió esa autorización verbal y que la conducta de la empresa es contraria a la buena fe. Por ello, no puede estimarse que el trabajador haya incurrido en ausencia injustificada al trabajo y despido debe ser declarado improcedente.
En cuanto al cálculo del finiquito, aplica la doctrina según la cual, si la empresa abona el importe de las pagas extra de forma prorrateada a lo largo del año incumplimiento la prohibición del convenio colectivo, debe entenderse que el abono no se ha producido debiendo incluirse en el cálculo del finiquito.
Fuente: ADN Social