Esta mesa ha sido moderada por Carme Riera, académica, escritora y presidenta de esta Entidad. Juntos han destacado la necesidad de abordar la inteligencia artificial desde la ética y que es esencial proteger los derechos de propiedad intelectual de autores y editores en el uso de estas herramientas.
En la mesa Inteligencia Artificial y Propiedad Intelectual: caminando hacia el futuro, que ha tenido lugar esta mañana durante la Feria Internacional del Libro (Liber), han definido que el momento actual es el óptimo para empezar a legislar la Inteligencia Artificial, para que sea «una base sólida para el futuro que viene».
Juntos han explicado que la ética tiene que estar presente en todo el proceso de desarrollo de los sistemas de Inteligencia Artificial: «Los principios éticos son necesarios para la convivencia, pero no podemos introducirlos en estas herramientas, por eso tenemos que trabajar en aportarla desde fuera, a través de un marco legislativo y de la educación».
Jorge Corrales ha subrayado el papel de CEDRO en este proceso: «A nivel educativo, contamos con la Escuela del Derecho de Autor, que ofrece formación adaptada a todos los niveles educativos sobre la gestión de los derechos de autor, los propios y los de terceros; a nivel tecnológico, estamos desarrollando un proyecto de securización de contenidos editoriales a través de NFT (Non Fungible Tokens) para reducir el impacto que los usos ilegales causan en el sector; y además somos una voz única para defender de forma colectiva los derechos de propiedad intelectual de autores y editores».
En esta línea, Carme Riera, ha definido el punto de vista que muestra la Entidad ante el desarrollo de estas herramientas: «Necesariamente nuestro enfoque tiene que ser práctico, porque están afectados nuestros casi 33.000 socios; global, puesto que nuestro país es una de las grandes potencias culturales del mundo, y la industria editorial española en todas sus lenguas la más importante entre las industrias culturales; y realista, en la medida en la que en CEDRO estamos analizando esta realidad informática para abordarla desde un prisma positivo, no vemos la Inteligencia Artificial como sustituto de los creadores sino como una herramienta que está al servicio de la Inteligencia Humana».
Nicolás Antequera ha asegurado que «vivimos en el siglo I de la Inteligencia Artificial, en el que esta ha demostrado que es capaz de aprender y generar contenidos, pero no razona ni es creativa. La IA repite textos de autores de forma literal. En el futuro la Inteligencia Artificial será creativa». «Tenemos que concienciar a las personas, desde pequeñas, de que los derechos de autor son fundamentales si queremos mantener la creatividad en todos los ámbitos de la sociedad. Tenemos que tener la conciencia de que, en el mundo que vivimos, apoyar a autores es apoyar creatividad», ha añadido.
En definitiva, han concluido que el desarrollo de estos sistemas informáticos tiene que ir de la mano de la protección de los contenidos editoriales y sus derechos de autor. Es imprescindible trabajar desde la ética para que esta tecnología no merme la capacidad creativa de los autores y editores ni impacte negativamente en la cadena de valor del sector editorial.