Entrevistamos a Adoración Taboada, presidenta AJA Tenerife
El día 31 de Octubre se celebra el Día del Abogado Joven, en reconocimiento a su trabajo, dedicación y esfuerzo silencioso en la defensa de los derechos e intereses de la ciudadanía, así como en la mejora de la profesión y de la Administración de Justicia.
¿Cómo están afrontando el colectivo de Abogados Jóvenes la pandemia desde un punto de vista profesional?
Lo que vengo percibiendo como Presidenta de la AJA Tenerife es cierta preocupación por un futuro que se nos presenta repleto de incertidumbres. Me refiero a aspectos como: el teletrabajo, la conciliación familiar, la brecha digital, colapso judicial, etc. Todo esto son cuestiones de un gran calado que no pueden ser resueltas sin contar con la opinión de nuestro colectivo, algo que a día de hoy está sucediendo.
¿La Covid-19 y lo que ello conlleva e implica jurídicamente supone una oportunidad para la Abogacía Joven atendiendo a todo lo que puede ofrecer el abogado y abogada joven al mercado?
La crisis que está provocando la COVID-19 traerá consigo infinidad de conflictos sociales, económicos, sanitarios, etc. para los que seguramente habrá que desarrollar nuevos marcos normativos y jurídicos. La Abogacía Joven debe garantizar el cumplimiento de los principios legales siendo el instrumento útil al servicio de los ciudadanos.
La crisis por la expansión del COVID-19 plantea retos tecnológicos afectando a la forma de trabajar de los despachos de abogados y también a la forma de relacionarse con sus clientes. ¿Qué recomendaría al abogado y abogada joven a la hora de afrontar tecnológicamente esta nueva coyuntura?
No debemos afrontar este reto como un problema tecnológico, sino como la trasformación radical de nuestra manera de prestar servicios jurídicos a nuestros clientes.
Como colectivo pienso que seguimos teniendo una mente muy analógica ante este factor. Sin ir más lejos, nuestra profesión se viene trasformando a golpes de innovaciones tecnológicas; Inteligencia Artificial, BigData, Machine Learning, Blockchain, etc. son términos cada vez más pronunciados en diversos proyectos jurídicos que prometen revolucionar la forma en la que hasta ahora veníamos trabajando y prestando servicios. Lo que quiero decir es que los abogados y abogadas jóvenes debemos liderar la trasformación digital del sector jurídico, en todos los ámbitos.
Mi recomendación es que como jóvenes abogados y abogadas apostemos por formarnos en mejorar nuestras habilidades y capacidades digitales. El reto de nuestra generación es pensar en digital, tener mente digital.
Pensando en el futuro escenario post COVID-19 ¿cambiará el modo de relación abogado-cliente en el contexto de una nueva normalidad, o por el contrario volveremos a una situación similar a la previa de la crisis?
Me reafirmo en lo anterior. Creo que va a ver un cambio de modelo propiciado por las innovaciones tecnológicas. La única manera de que los jóvenes abogados y abogadas seamos parte de ese cambio es que apostemos por la formación y capacitación en el ámbito digital.
Teniendo en cuenta que esta crisis sanitaria ha transformando los modelos de trabajo dando un protagonismo sin precedentes al teletrabajo ¿Cuál es su opinión desde el punto de vista de la conciliación de futuros abogados?
Estoy segura que muchos compañeros se están haciendo preguntas como: ¿Sigo pagando costes de una oficina? ¿La oficina es mi casa? ¿Apuesto por un coworking? No hay respuestas sencillas a estas cuestiones, pero si tengo claro que el teletrabajo ha venido para quedarse, no solo en la abogacía sino en todos los ámbitos laborales.
Gracias a la aplicación de tecnología los futuros abogados disponen de nuevas herramientas y soluciones (plataformas o software) para optimizar la gestión de los despachos.¿Qué soluciones/herramientas entienden como imprescindibles a la hora de adaptarse a la evolución de los nuevos modelos de trabajo donde el teletrabajo obtiene mayor protagonismo?
Realmente se trata de un ecosistema de aplicaciones que debe dar respuesta a cualquier tipo de servicio que hasta ahora veníamos dando de manera presencial. Por ejemplo, garantizar la confidencialidad de las conversaciones con los clientes a través de medios telemáticos nos obliga a contar con un sistema de mensajería y videoconferencias bajo entornos seguros y confiables. Podemos usar aplicaciones de gestión de proyectos como TRELLO o similares para agilizar nuestro sistema de trabajo y, así podríamos seguir integrando un software de facturación en la nube, plataforma de pago electrónico, gestión documental, etc.
¿Qué disciplina formativa recomiendan para los futuros profesionales de la abogacía? ¿Por qué?
Me reitero en lo dicho anteriormente. Creo que tenemos ciertas debilidades, como sector, en habilidades y capacidades digitales. Apostar por formarnos en procesos de trasformación digital nos ayudará a estar más preparados para los cambios que se avecinan.
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