Especial Día del Abogado Joven 2020

Ángela Bellver Bosch: "La crisis sanitaria pone de manifiesto que vivimos en una Justicia obsoleta que requiere de cambios urgentes para garantizar la eficacia de nuestro sistema judicial"

Entrevista
angie sueca

Entrevistamos a Ángela Bellver Bosch. Presidenta AJA Sueca

El día 31 de Octubre se celebra el Día del Abogado Joven, en reconocimiento a su trabajo, dedicación y esfuerzo silencioso en la defensa de los derechos e intereses de la ciudadanía, así como en la mejora de la profesión y de la Administración de Justicia.

¿Cómo están afrontando el colectivo de Abogados Jóvenes la pandemia desde un punto de vista de profesional?

Al igual que el resto del colectivo, hemos vivido el transcurso de esta pandemia con mucha incertidumbre y un malestar que aún perdura en la actualidad.

La abogacía joven se ha visto duramente golpeada. Vimos en los primeros meses nuestra actividad profesional reducida prácticamente a cero, con la merma de ingresos que ello conlleva y con escasas ayudas para nuestro colectivo.

Teníamos un desconocimiento absoluto de cómo se iba a gestionar la reanudación de la actividad jurisdiccional por parte de la Administración y no existen aún a día de hoy unas directrices uniformes en todos los órganos y partidos judiciales respecto a la gestión de la actividad judicial como consecuencia de la crisis sanitaria, quedando a discreción de cada órgano de qué forma se implementa el uso o no de plataformas online para el desarrollo de las actuaciones en las que intervenimos tanto los y las profesionales como la ciudadanía, lo cual genera una enorme inseguridad jurídica.

Hay que destacar que la Justicia ya estaba especialmente castigada antes de esta pandemia con una carencia absoluta de medios humanos y materiales, y una falta de avances tecnológicos que dificultan enormemente el desarrollo de nuestra labor, repercutiendo directamente en una creciente falta de oportunidades laborales para los más jóvenes que se inician en esta profesión.

Es evidente que crisis sanitaria ha puesto de manifiesto que vivimos en una Justicia obsoleta que requiere de cambios urgentes para garantizar la eficacia de nuestro sistema judicial.

¿La Covid-19 y lo que ello conlleva e implica jurídicamente supone una oportunidad para la Abogacía Joven atendiendo a todo lo que puede ofrecer el abogado y abogada joven al mercado?

La Covid-19 nos ha obligado a formarnos enérgicamente en el uso y desarrollo tanto de plataformas como software online para poder implementar el teletrabajo en el ejercicio de nuestra actividad profesional.

En este sentido, es cierto que la joven abogacía tiene una mayor capacidad para adaptarse a los grandes cambios que han llegado y a los retos que seguro llegaran en un futuro próximo.

Esa capacidad de adaptación, es la que nos permite reinventarnos de una forma más cómoda a la hora de establecer nuevas estrategias de marketing tanto en la captación de nuevos clientes, así como en la fidelización de los existentes, mejorando de igual forma la manera en la que nos relacionamos con el resto de operadores jurídicos.

La crisis por la expansión de la COVID-19 plantea retos tecnológicos afectando a la forma de trabajar de los despachos de abogados y también a la forma de relacionarse con sus clientes. ¿Qué recomendaría al abogado y abogada joven a la hora de afrontar tecnológicamente esta nueva coyuntura.

Nos encontramos en un Mundo en constante cambio, sobre todo en cuanto a consumo de bienes y servicios se refiere. El uso comercial que tenían por ejemplo las redes sociales hace cinco años, no se puede comparar con el que tienen en la actualidad y seguro que cambiarán profundamente en los próximos años.

Reuniones telemáticas programadas y respuestas e informes jurídicos por escrito, ayudan a la joven abogacía a organizarse de una mejor forma la actividad profesional de su despacho, lo cual redunda en una mayor efectividad que puede dar paso a una conciliación familiar real.

Por ello, tenemos que aceptar -y cuanto antes mejor- que debemos encontrar una figura híbrida entre la adaptación a las nuevas formas de comunicación y la innovación en nuestro ejercicio profesional. Resulta esencial entender qué perfil tienen nuestros clientes y cuál es el medio de comunicación que más puede satisfacerlos a la hora de relacionarlos con ellos.

Pensando en el futuro escenario post COVID-19 ¿cambiará el modo de relación abogado-cliente en el contexto de una nueva normalidad, o por el contrario volveremos a una situación similar a la previa de la crisis?

Resulta un tanto complicado hablar del escenario post Covid-19 por la difícil coyuntura en la que nos encontramos, y la incertidumbre sobre cuándo llegará ese escenario de forma definitiva.

En mi opinión, las consultas y reuniones telemáticas han llegado para quedarse. Si bien esta situación ha sido forzada por la actual crisis sanitaria, en un futuro no tengo dudas de que será un complemento en la relación abogado-cliente, pues no debemos perder de vista que la esencia de nuestra relación con los clientes es la confianza, por lo que en muchas ocasiones el contacto estrecho con el cliente se hace necesario para el desarrollo de nuestra laboral profesional.

Teniendo en cuenta que esta crisis sanitaria ha transformando los modelos de trabajo dando un protagonismo sin precedentes al teletrabajo ¿Cuál es su opinión desde el punto de vista de la conciliación de futuros abogados?

La implantación del teletrabajo como modelo productivo mayoritario en nuestros despachos, no conlleva la disponibilidad de la abogacía al servicio tanto de la ciudadanía como de la Administración en horario 24 horas /7 días.

Desde mi punto de vista, es positivo que se haya dado el paso de regular de forma expresa el teletrabajo en nuestro país, aunque es muy pronto aún para valorar la eficacia que esta regulación pueda tener a corto y medio plazo en cuanto a conciliación familiar se refiere.

La abogacía joven es uno de los sectores donde más precariedad laboral existe, por lo que hay multitud de compañeras y compañeros que en la actualidad no disponen de unas condiciones laborales dignas que permitan que la esfera de la conciliación familiar quede debidamente protegida.

Hay que intensificar las medidas de control e inspección sobre esta lacra que nos persigue desde hace demasiado tiempo y decir alto y claro que esta precariedad laboral destruye oportunidades de desarrollo y crecimiento profesional respecto a los jóvenes que se van incorporando al ejercicio de nuestra profesión.

Gracias a la aplicación de tecnología los futuros abogados disponen de nuevas herramientas y soluciones  (plataformas o software)  para optimizar la gestión de los despachos.¿Qué soluciones/ herramientas entienden como imprescindibles a la hora de adaptarse a la evolución de los nuevos modelos de trabajo donde el teletrabajo obtiene mayor protagonismo?

A mi parecer, resulta imprescindible contar con un software online que permita el acceso a cualquier documento del despacho desde cualquier dispositivo electrónico y al mismo tiempo que dicho software tenga un acceso directo y compatible a una base de datos que resulte ágil en su manejo en la multitud de dispositivos que utilizamos diariamente.

Encuentro especialmente útil, poder escanear un procedimiento en el Juzgado desde el dispositivo móvil y que de forma inmediata se disponga de toda la información en cualquiera de los dispositivos autorizados del despacho.

Esto sin duda nos permite acortar los plazos en el estudio de los procedimientos y confección de los escritos necesarios para el correcto funcionamiento de nuestro ejercicio profesional.

¿Qué disciplina formativa recomiendan para los futuros profesionales de la abogacía? ¿Por  qué?

Creo que cada cual tiene que buscar aquella rama del Derecho que le apasione, sin importar la carga de trabajo o lo difícil que sea la especialización en la misma.

En un mundo claramente globalizado, donde no solo nos encontramos diariamente con negocios jurídicos que exceden de nuestro territorio nacional, tanto intracomunitarios como extracomunitarios, la formación en Derecho Internacional, ya sea público y/o privado, ya sea en el ámbito laboral, penal, o civil es una muy buena oportunidad para abrirse camino en esta profesión.

Cabe destacar que el movimiento migratorio que estamos viviendo en la última década tanto de inmigración como de emigración, hace que nos veamos en la necesidad de formarnos desde una perspectiva  muchísimo más amplia, donde las legislaciones internacionales que afectan al Derecho Privado, al igual que en nuestro territorio, están en un continuo cambio.

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