La decisión ha sido adoptada con el voto mayoritario de los representantes de las instituciones que integran el Observatorio, que además han decidido otorgar la mención especial “Soledad Cazorla” al abogado Adolfo Barreda, cuya dilatada carrera profesional se ha centrado en la defensa de los derechos humanos y, de forma muy activa, en la defensa del derecho a la igualdad entre hombres y mujeres.
El Observatorio está integrado por el Consejo General del Poder Judicial, que ostenta la Presidencia, el Ministerio de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, el Ministerio de Igualdad, el Ministerio del Interior, la Fiscalía General del Estado, las Comunidades Autónomas con competencias en materia de justicia, a través de turnos rotatorios anuales (en este ejercicio ha correspondido a Cantabria), el Consejo General de la Abogacía Española y el Consejo General de Procuradores de España.
Aminata Soucko, premio a la labor más destacada
En la XX edición de los premios, el correspondiente a la labor más destacada en la erradicación de la violencia de género ha correspondido a Aminata Soucko. De origen maliense, fue sometida a mutilación genital femenina en su primera semana de vida y obligada a casarse con apenas 17 años. Tras llegar a España, pese a no conocer el idioma y a estar bajo el control de un esposo violento, logró escapar, formarse y convertirse en la primera mujer de su comunidad en denunciar violencia de género ante las autoridades españolas, rompiendo así las normas culturales comunitarias y enfrentándose al ostracismo familiar y de su entorno.
Con el galardón, el Observatorio reconoce la valentía y determinación de esta mujer, que ha conseguido dar un giro radical a su vida y que ha convertido su experiencia como víctima en una plataforma de ayuda y atención integral para mujeres refugiadas y migrantes. Fundadora de Red Aminata (Djô Aminata), su trabajo ha permitido a decenas de mujeres acceder a recursos de salud, justicia y redes de apoyo seguras, visibilizando la mutilación genital femenina como prioridad de salud pública y derechos humanos.
Aminata Soucko ofrece una atención integral a las víctimas al desarrollar su actividad en diversos planos que incluyen la prevención, el acompañamiento psicosocial, la mediación sanitaria y la formación a otras mujeres de su comunidad en derechos sexuales y reproductivos, en coordinación con Farmamundi, ACNUR/UNHCR y la red pública de la Comunidad Valenciana.
El Defensor del Pueblo, una institución pionera contra la violencia machista
El premio a la institución ha recaído en el Defensor del Pueblo, una entidad pionera en la denuncia de la violencia de género que, desde finales de los años noventa, cuando esta lacra seguía siendo invisible para un amplio sector de la sociedad, viene atendiendo denuncias de mujeres víctimas y realizando recomendaciones que en muchos casos han sido incorporadas a distintos textos legales.
En 1998, el Defensor del Pueblo publicó el informe monográfico “La violencia doméstica contra las mujeres” basado en las denuncias y quejas que la institución había empezado a recibir en 1997. Este informe recogía 51 recomendaciones, muchas de las cuales quedaron plasmadas posteriormente en algunas de las leyes aprobadas a partir de ese momento.
En 2010, por ejemplo, la reforma de la Ley General de la Seguridad Social avaló el criterio del Defensor de conceder la pensión de viudedad a mujeres maltratadas que habían renunciado a la pensión compensatoria. Esa norma no contemplaba los supuestos de separación o divorcio por malos tratos, por lo que muchas víctimas renunciaban a la pensión compensatoria tras el divorcio por miedo o coacción.
Años más tarde, en 2014, la institución ya alertaba del número de niños y niñas que eran asesinados por sus padres para ejercer el máximo daño sobre sus madres y formuló una recomendación para garantizar por ley un examen individualizado del régimen de visitas de cada menor afectado por una situación familiar de violencia de género. La Ley de modificación del sistema de protección de la infancia y adolescencia de 2015, en línea con lo recomendado por el Defensor, reforzó la protección de los menores en contextos de violencia de género al reconocerles como víctimas, entre otras medidas.
La actividad en relación con los casos de violencia vicaria ha incluido también la atención y el apoyo a mujeres cuyos hijos e hijas fueron asesinados por sus padres y la celebración en 2017 de la jornada “Avanzando hacia la protección efectiva de los hijos de las mujeres víctimas de violencia de género”, cuya finalidad era visibilizar la situación de los menores.
En el año 2019, el Defensor del Pueblo intensificó las actuaciones en esta materia primero desde el área de Migraciones e Igualdad de Trato, donde se integró la sección de violencia de género, y después desde el área de Seguridad y Justicia, donde permanece en la actualidad.
Según datos de noviembre pasado, en los últimos 10 años se han tramitado aproximadamente 1.500 quejas individuales en materia de violencia de género presentadas directamente por víctimas que han acudido a la Institución buscando ayuda para la mejora de sus derechos y de los sistemas de protección. A raíz de las quejas recibidas, el Defensor ha formulado múltiples recomendaciones, recordatorios de deberes legales y sugerencias para la adopción de nuevas medidas.
Adolfo Barreda, abogado de Nevenka Fernández
Finalmente, el Observatorio ha decidido otorgar la mención especial “Soledad Cazorla” a Adolfo Barreda Salamanca, abogado penalista cuya dilatada carrera profesional se ha centrado en la defensa de los derechos humanos y, de forma muy activa, en la defensa del derecho a la igualdad de los hombres y las mujeres. Desde finales de los años 90, antes de la promulgación de la LO 1/2004, de medidas de protección integral contra la violencia de género o de la LO 3/2007, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, se implicó directamente la lucha contra la erradicación de la violencia machista.
Uno de los asuntos más relevantes en los que trabajó Barreda fue el conocido como “caso Nevenka”, en el que ejerció la acusación particular en nombre de Nevenka Fernández y logró una sentencia condenatoria histórica frente a Ismael Álvarez, entonces alcalde de Ponferrada (León).
Bajo su dirección letrada, Nevenka Fernández fue la primera mujer en España en lograr una sentencia condenatoria de un cargo político por acoso sexual, lo que sentó un importante precedente y puso de relieve la necesidad de abordar la realidad de la discriminación de la mujer en todos los ámbitos. La sentencia, además, causó un gran impacto social al poner de manifiesto la importancia de denunciar el acoso sexual y al transmitir la necesidad de rechazar este tipo de conductas. Aunque los tribunales le dieron la razón, Nevenka tuvo que trasladarse fuera de España para poder emprender una nueva vida.
