Sotoudeh, galardonada con el premio Derechos Humanos de la Abogacía Española en 2010, fue duramente golpeada y recluida el 29 de octubre de 2023 en la prisión de Vozara, donde el año anterior había estado recluida Mahsa Jina Amini.
Posteriormente iba a ser trasladada a la prisión de Evin, donde el gobierno iraní recluye a los presos políticos. Sin embargo, al negarse a llevar velo para salir del furgón policial, la Sra. Sotoudeh fue trasladada a la cárcel de mujeres de Carchak, según la información recibida por su marido.
Las autoridades iraníes acusan a la abogada de “perturbar la seguridad mental de la sociedad”, según el motivo aducido por el régimen. También se acusa a la abogada de no llevar el pañuelo en la ceremonia.
La Fundación Abogacía, haciéndose eco de la alerta lanzada por el Observatorio Internacional de la Abogacía en Riesgo, denuncia que la abogada no tiene medios para comunicarse con el exterior, no se le permiten visitas y corre el riesgo de sufrir tratos inhumanos y degradantes.
Nasrin Sotoudeh, cuyo precario estado de salud ya era motivo de preocupación, habría iniciado recientemente una nueva huelga de hambre, pero sin acceso a tratamiento médico. La brutalidad infligida a la abogada por las autoridades tendrá sin duda importantes repercusiones en su salud.
Profundamente comprometida con la lucha por los derechos de las mujeres, los presos políticos y la abolición de la pena de muerte en Irán, Sotoudeh inició una huelga de hambre en agosto de 2020, tras dos años encarcelada, para exigir la liberación de los presos políticos en Irán.
Condenada a 38 años de prisión y 148 latigazos, la abogada fue puesta bajo arresto domiciliario por motivos de salud, pero se le prohibió ejercer su profesión.