España ha avanzado en la eficiencia y calidad de su sistema judicial como consecuencia de los esfuerzos realizados y de las medidas adoptadas a lo largo del último año para la mejora de Administración de Justicia, según ha informado el Ministerio de Justicia.
Esta es una de las principales conclusiones del Cuadro de indicadores de la Justicia de la Unión Europea de 2016, presentado en Bruselas por Vera Jourova, Comisaria de Justicia, Consumidores e Igualdad de Género de la UE. Respecto a la percepción subjetiva de la independencia judicial por parte de sus usuarios, ha mejorado en términos globales respecto a anteriores ejercicios.
El Cuadro de indicadores de la Justicia de la UE de 2016 publicado por la Comisión Europea trata de ofrecer una visión de la eficiencia, calidad e independencia de los sistemas judiciales de los Estados miembros de la UE. El balance general del marcador es positivo para España, que aparece como uno de los Estados más activos durante este ejercicio en lo que se refiere a los esfuerzos legislativos realizados y a las medidas de mejora implementadas en áreas tales como las normas procesales o el uso extensivo de las herramientas tecnológicas.
En relación a la eficiencia de los sistemas judiciales, en términos generales, España aparece bien situada respecto a la media de Estados Miembros y se aprecia una mejora sustancial en los resultados obtenidos en la disminución de asuntos pendientes y en los tiempos de respuesta judicial.
En cuanto a la calidad de los sistemas judiciales, el sistema español se coloca en las primeras posiciones por su accesibilidad. En concreto, recibe la mayor puntuación por la puesta a disposición de información on-line sobre el sistema judicial, la disponibilidad de sentencias, el envío electrónico de demandas y escritos a los juzgados, la comunicación electrónica entre los operadores jurídicos y la Administración de Justicia y la relación entre ésta y los medios de comunicación.
El informe también recoge la elevada presencia de mujeres en los tribunales de primera instancia españoles, con un porcentaje del 59%, si bien esta presencia se reduce al 35% en los tribunales de segunda instancia y al 14 % en el Tribunal Supremo, frente a la proporción de entre el 40-60% de cada género que se considera el estándar europeo equilibrado.
Un aspecto mejorable para una mayor calidad del sistema judicial tiene que ver con la realización y el seguimiento de las encuestas de satisfacción a los usuarios como herramienta para medir el funcionamiento de la Justicia.
Respecto a la independencia judicial, España se sitúa dentro de los estándares europeos en cuanto a elementos estructurales y objetivos existentes para salvaguardar la independencia del sistema (garantías legales, régimen disciplinario, inamovilidad de los jueces, organización y gestión de los tribunales, entre otros). Por lo que respecta a su percepción subjetiva por parte de los propios jueces, basándose en encuestas de opinión variadas, se valora con un 8 sobre 10. Y en cuanto a la percepción que de dicha independencia tienen ciudadanos y empresas, la Comisión Europea concluye que la mejora de los resultados de este indicador respecto a anteriores ejercicios es evidente.