Incluye medidas para reforzar el reconocimiento como trabajadores clave y el acceso garantizado a permisos, repatriación y atención médica

La OIT refuerza el marco jurídico internacional del trabajo marítimo

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La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha adoptado nuevas disposiciones en el marco del Convenio sobre Trabajo Marítimo (MLC), reconociendo expresamente a los marinos como trabajadores clave. Este reconocimiento implica, entre otros aspectos, la facilitación del desembarco, la repatriación y el acceso a la atención médica sin discriminación por nacionalidad.

Trabajo marítimo

Estas modificaciones fueron acordadas en la sede de la OIT en Ginebra, con la participación tripartita habitual: Gobiernos, Armadores y Gente de Mar. En representación de este último grupo participó la organización sindical Comisiones Obreras (CCOO), que no solo votó en el proceso deliberativo, sino que también integró el Comité de Redacción encargado de perfilar los textos finalmente aprobados.

Como parte del nuevo impulso normativo, la OIT ha previsto elevar al Grupo de Trabajo Mixto OIT-OMI una revisión de los actuales límites relativos a las horas de trabajo y descanso en el sector marítimo. También se ha acordado reforzar las disposiciones dirigidas a prevenir y erradicar la violencia y el acoso a bordo de los buques, una problemática que sigue vigente en numerosos contextos laborales del sector.

Cristian Castaño, responsable de Marina Mercante en CCOO, ha señalado que, si bien no se alcanzaron todas las metas planteadas inicialmente, sí se lograron avances positivos en la protección de los marinos, especialmente de aquellos en situación más vulnerable. Según ha indicado, “llevábamos propuestas de mucho calado que confrontan rotundamente con el Grupo de Armadores, pero, aun así, logramos algunos avances significativos y mejoras para los marinos”.

No obstante, el representante sindical ha puesto de manifiesto que el trabajo no ha concluido. Según Castaño, el sector marítimo atraviesa una “enorme crisis de atractivo” que requiere medidas estructurales más ambiciosas. Entre las prioridades que señala se encuentran el respeto a la conciliación de la vida laboral y familiar, el establecimiento de límites máximos de embarque anuales equiparables a los de la jornada laboral en tierra, la reducción de las horas máximas semanales de trabajo, actualmente situadas en 91 horas, y la erradicación efectiva del acoso y la violencia en el entorno laboral marítimo.

Estas propuestas, aunque resistidas por parte del sector armador, son esenciales para dignificar las condiciones laborales de la gente de mar y para garantizar que el Convenio sobre Trabajo Marítimo cumpla su función como instrumento vivo y garante de derechos en el contexto global del transporte marítimo.