Entrevista a Sergio Simarro, Senior Manager en KPMG Digital Services.
P: Hace pocos días le escuchábamos decir que la transformación digital no es tanto cuestión de tecnología como de gestión de procesos. ¿Qué quería decirnos con ello?
R: La transformación digital parte por implantar una cultura de cambio dentro de la propia empresa, lo cual implica que debe partir de las propias personas.
P: ¿Ve el sector empresarial español proclive a asumir la transformación digital o por el contrario cree que el sector la considera como una adaptación forzadamente impuesta y agresivamente disruptiva?
R: Las empresas en España ya están actualmente inmersas en un proceso de transformación digital. Aquellas que lo han iniciado porque lo consideran una adaptación totalmente necesaria son las que posiblemente sufrirán menos y tendrán una transición más paulatina. Asimismo, aquellas que aborden ese tipo de proyectos por encontrarse en una situación límite, tendrán menos margen de maniobra y, por lo tanto, el riesgo y el proceso de adaptación será mucho más crítico.
P: A su juicio ¿cómo y de qué forma podría la Administración facilitar la transformación digital empresarial? ¿Todo pasa únicamente por acudir a los consabidos remiendos legislativos y al reparto de puntual de subvenciones, o hay otras posibles medidas?
R: El hecho de que la propia Administración siga un modelo de gestión empresarial le está permitiendo que en la actualidad se encuentre inmersa dentro de su propia transformación digital. Siempre y cuando los ritmos de la Administración y de las empresas sean similares y vayan coordinados, será una forma de impulsar medidas que faciliten este cambio en ambas partes.
P: La paradoja del 1% viene a decir que los commodities venden solo el 1% a través del canal digital pero en cambio el 100% de los clientes ya se relacionan en mayor o menor medida digitalmente con el proveedor. ¿Considera esta realidad por sí misma razón suficiente para que las empresas se decidiesen a afrontar en serio la transformación digital?
R: Si realmente hay empresas que venden únicamente el 1% a través del canal digital, significa que no han afrontado en serio el proceso de transformación digital.
P: ¿Cree que los negocios digitales precisan de un marco normativo propio en España? ¿Y en la UE?
R: Por supuesto, de hecho, como todo nuevo modelo que surge, pasa por una etapa donde no existe una regulación definida. Con la madurez que ha alcanzado este momento, es necesario un marco normativo tanto en España como a nivel europeo, que proteja tanto a los usuarios como a las empresas.
P: La innovación supone oportunidades pero también desgaste, no solo económico, sino también en todo tipo de recursos. Hay quien opina que ante la innovación empresarial hay que hacer como con los pioneros americanos del siglo XIX, dejarles que abran camino en las inexploradas llanuras del oeste americano, aprendiendo de sus experiencias, aprovechándose de sus logros y explotando las oportunidades descubiertas. ¿Es usted de esta misma opinión?
R: No hay que olvidar que, en esta ocasión, no hay pioneros, sino empresas que son competidores de aquellas que puedan estar teniendo esta opinión. Por ello, su objetivo va a ser crecer, y en mercados saturados el crecimiento de una empresa se produce por el decrecimiento de las empresas competidoras. De esta forma, estaríamos aumentando las probabilidades de que nuestra competencia crezca por delante de nosotros.
P: Para terminar, ¿podría indicarnos las principales razones que justifican que las empresas que quieran afrontar con garantía de éxito la transformación digital deban recurrir a KPMG en España?
R: Nosotros desde KPMG ayudamos a las empresas a impulsar el cambio de la forma más eficiente, con el objetivo claro de alcanzar el éxito y su futuro crecimiento. Razones como contar con equipos multidisciplinares con amplia experiencia, no únicamente en transformación digital, sino en procesos de transformación de negocio, la participación en proyectos de grandes empresas a nivel global, habiendo conseguido impulsar ya el cambio, y la empatía compartida con el cliente al estar nosotros también inmersos en un proceso de transformación digital dentro de la firma, son algunas de las razones que lo justifican.