Generar nuevas infraestructuras, modificar la regulación y la planificación de desarrollo de la red de transporte de electricidad para que se creen más posiciones de conexión a nueva demanda o eliminar o revisar el tope de inversión anual fijado para las compañías eléctricas. Estas son algunas de las claves que encuentran los expertos para el despliegue de la industria de centros de datos en España, y que requerirán de una demanda de acceso a la energía sin precedentes. Así lo han manifestado durante el Desayuno organizado por el despacho Herbert Smith Freehills, titulado ‘Retos regulatorios de los centros de datos: ¿habrá electricidad para todos?”, en un contexto en el que la industria presiona al Gobierno para lograr más capacidad en las redes eléctricas que permita absorber esa nueva demanda de energía.
Durante el encuentro, José Ramón Mourenza, of counsel y director de la práctica de regulatorio de Herbert Smith Freehills, que abordó los aspectos regulatorio-energéticos a los que se enfrenta el desarrollo de los centros de datos, aseguró que “existe un problema de acceso y conexión a las redes de energía” para las instalaciones de demanda. En este sentido, señaló que, como regla general y con la salvedad de los supuestos de autoconsumo (con los límites del artículo 6.9 RD 1183/2020), el gestor de la red de transporte viene entendiendo que “la planificación actualmente vigente de desarrollo de la red de transporte no permite solicitar para demanda una posición destinada a generación, de ahí que los puntos de conexión sean tan limitados y no sean suficientes para las nuevas necesidades surgidas por los centros de datos”.
De este modo, los cauces para solventar estas limitaciones pasarían, a su juicio, por la puesta en servicio de nuevas infraestructuras, “sin las cuales es muy difícil generar más demanda”, así como por la revisión de la planificación (actualmente vigente para el periodo 2021-2026, y que ha sido recientemente objeto de ciertas modificaciones puntuales) creando más posiciones de conexión a nueva demanda. E, igualmente, por una flexibilización de los límites actualmente aplicables, lo que “desbloquearía mucha capacidad potencialmente otorgable”, que, recordó, “es una queja generalizada de la industria”. Asimismo, destacó la pendiente aprobación de la Orden ministerial que regule los criterios aplicables concursos de capacidad de acceso de demanda en los nudos de la red de transporte (sin perjuicio de la aplicación, hasta ese momento, de los criterios transitorios previstos en el Real Decreto-ley 8/2023), así como la pertinente revisión del tope de inversión anual fijado para las compañías eléctricas” que, dijo, “no puede suponer una cortapisa a la inversión” y desarrollo de la red para servir a la electrificación de la economía.
En la misma línea, Iria Calviño, socia y directora de la práctica de derecho público y medio ambiente del bufete, encargada de introducir y moderar el debate, coincidió en que “el acceso a la energía es uno de los grandes retos a que se enfrentan los centros de datos”. Y añadió que “se trata de un aspecto que se plantea como una de las cuestiones de mayor complejidad tanto a nivel mundial, como en España que, además, tiene sus propias particularidades”. A este respecto, aseguró que “la transformación digital de la industria está afectando a todo el desarrollo de las infraestructuras” y recordó que la Asociación Internacional de la Energía (AIE) ya ha advertido de la gran demanda de consumo energético que requerirá el desarrollo e implementación de la Inteligencia Artificial (IA), lo que le ha llevado a convocar una cumbre mundial en París el próximo 5 de diciembre.
También intervino en el foro Elliot Zounon, director responsable de la línea de data centers de CBRE, que señaló que "los centros de datos son los edificios físicos que conforman la infraestructura digital de nuestras economías. La eficiente gestión del transporte y de la logística del dato es un factor clave para la competitividad de nuestras organizaciones”. Expuso que, especialmente tras la crisis mundial originada por el Covid, se expandió el uso de la tecnología y la transformación digital, disparando el “uso social del dato”. “El dato que consumimos está producido en varias partes del mundo tiene que llegar a donde lo consumimos a la máxima velocidad posible”, añadió.
Así, aseguró que, si bien tradicionalmente el mundo digital ha crecido alrededor de las principales plazas financieras (FLAP) “ahora necesitamos tener más centros que almacenen y procesen los datos”. Además, aseguró que, con la llegada de la IA, una de las tendencias del sector es la necesidad de infraestructuras con capacidades más grandes (entre 200 y 400 Megavatios) lo que, advirtió, “se ha convertido en una problemática de infraestructura y requiere más planificación a través de la regulación”. Otra tendencia del sector, apuntó Zounon, es la diversificación de la tipología de los activos con la llegada de los macro campus y la proliferación de los Edge data center, o centros pequeños con una función muy específica: análisis y toma de decisiones. Por último, sostuvo que el interés despertado por los inversores y compañías para alojar los centros de datos en España se debe, entre otros factores, a la capacidad de generar energía renovable y a su ubicación, como puerta con Estados Unidos, África y Europa.