En coherencia con los objetivos examinados, la principal consecuencia del PNIEC 2021-2030 sobre el medio ambiente será la reducción en las emisiones de GEI.

El plan nacional integrado de energía y clima 2021-2030: un avance en materia de Política Climática y Energética

Tribuna Madrid
Delito medio ambiente

El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima: objeto y marco normativo

En concreto, la elaboración de estos planes es consecuencia de las previsiones del Reglamento (UE) 2018/1999, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 11 de diciembre de 2018, sobre la gobernanza de la Unión de la Energía y de la Acción por el Clima, y por el que se modifican los Reglamentos (CE) nº 663/2009 y (CE) nº 715/2009 del Parlamento Europeo y del Consejo, las Directivas 94/22/CE, 98/70/CE, 2009/31/CE, 2009/73/CE, 2010/31/UE, 2012/27/UE y 2013/30/UE del Parlamento Europeo y del Consejo y las Directivas 2009/119/CE y (UE) 2015/652 del Consejo, y se deroga el Reglamento (UE) nº 525/2013 del Parlamento Europeo y del Consejo (el “Reglamento 2018/1999”).

En este sentido, el Reglamento 2018/1999 establece que cada Estado miembro debe comunicar de forma periódica a la Comisión –antes del 31 de diciembre de 2019, antes del 1 de enero de 2029 y, posteriormente, cada diez años– un plan nacional integrado de energía y clima incluyendo el contenido mínimo del artículo 3.2 de dicho Reglamento. Por tanto, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (el “PNIEC 2021-2030”) viene a responder a este requerimiento de la Unión Europea.

A estos efectos, el PNIEC 2021-2030 fue remitido el 31 de marzo de 2020 a la Comisión Europea para su evaluación, toda vez que el Reglamento 2018/1999 confiere a la Comisión la capacidad de monitorizar la implementación de los planes integrados de energía y clima en cada uno de los Estados miembros, previendo la posibilidad de intervenir en caso de detectar deficiencias en la consecución de los objetivos europeos.

El PNIEC 2021-2030 forma parte del “Marco Estratégico de Energía y Clima: una propuesta para la modernización española y la creación de empleo” aprobado el 22 de febrero de 2019 en el Consejo de Ministros y que incluye, además del PNIEC 2021-2030, el anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética y la Estrategia de Transición Justa.

A estos efectos, el PNIEC 2021-2030 establece las líneas maestras de actuación en materia de energía y medio ambiente para el año horizonte 2030 con el objetivo principal de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (“GEI”) y lograr una economía sostenible y eficiente, compatible con la mejora de la salud y el medio ambiente, todo ello en consonancia con los compromisos adquiridos del Acuerdo de París[1].

En consonancia con su naturaleza de plan estratégico, el PNIEC 2021-2030 servirá de marco de referencia para la futura autorización de proyectos sometidos a evaluación de impacto ambiental, así como de otros planes y programas a nivel estatal y autonómico.

¿En qué punto de su tramitación se encuentra?

El borrador inicial del PNIEC 2021-2030 se sometió a consulta pública entre el 22 de febrero y el 1 de abril de 2019.

El texto enviado el pasado 31 de marzo de 2020 coincide con el que actualmente se encuentra incluido en la fase de consulta pública del Estudio Ambiental Estratégico del PNIEC 2021-2030 desde el día 23 de enero de 2020, y que ya fue remitido como borrador actualizado a Bruselas.

Dicho período de información pública quedó suspendido por la disposición adicional tercera del Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19.

No obstante, la disposición adicional tercera del Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, fue derogada, con efectos de 1 de junio de 2020, por la disposición derogatoria única.2 del Real Decreto 537/2020, de 22 de mayo, por el que se prorroga el estado de alarma declarado por el Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo. Por ello, el periodo de información pública termina el 11 de junio de 2020.

A este respecto, el documento podrá ser modificado y remitido nuevamente a Bruselas tras la finalización del proceso de evaluación ambiental y el análisis de las consultas recibidas.

  •  ¿Qué objetivos marca?

Siguiendo los requisitos establecidos en el Reglamento 2018/1999, el PNIEC 2021-2030 representa dos escenarios diferenciados: (i) “escenario tendencial”, entendido como aquel resultante de las medidas y políticas que actualmente existen en materia de energía y clima; y (ii) el “escenario objetivo”, entendido como aquel escenario que se persigue y para el cual se plantean una serie de medidas.

En este sentido, las metas planteadas en el “escenario objetivo” se estructuran en cinco líneas principales:

  1. Descarbonización. El objetivo a largo plazo es que España pueda ser un país neutro en carbono para el horizonte temporal de 2050. A medio plazo –con el horizonte temporal de 2030–, el objetivo es lograr una disminución de emisiones de, al menos, el 23% respecto a 1990. Según la previsión realizada por el PNIEC 2021-2030, para ello será necesario que el 42% del uso final de la energía proceda de energías renovables.

 

  1. Eficiencia Energética. Se plantea una mejora de la eficiencia en la energía primaria del 39,5% para el horizonte temporal de 2030. En aras a lograr este objetivo, se calcula que será necesario actuar en la envolvente térmica de 1.200.000 viviendas, renovar las instalaciones térmicas de calefacción y agua caliente sanitaria de 300.000 viviendas/año y del parque de edificios públicos por a razón de 300.000 m2/año.

 

  1. Seguridad Energética. Entendida como la seguridad de suministro, busca garantizar el acceso a los recursos necesarios para asegurar la diversificación del mix energético nacional, reducir la dependencia (en especial, la importación de los combustibles fósiles), fomentar el uso de fuentes autóctonas y suministrar energía segura, limpia y eficiente a los distintos sectores consumidores. Se prevé que las actuaciones en materia de renovables y eficiencia disminuirán el grado de dependencia energética del exterior del 74% en 2017 al 61% en 2030.
  1. Mercado Interior y Energía. Esta línea de actuación tiene como propósito lograr un mercado energético más competitivo, transparente, flexible y no discriminatorio, con un alto grado de interconexión que fomente el comercio transfronterizo y contribuya a la seguridad energética.
  1. Investigación, Innovación y Competitividad. Este objetivo se centra en alinear las políticas a nivel nacional con los objetivos establecidos en el ámbito internacional y europeo en materia de I+i+c. Para ello, se plantea la necesidad de coordinar las políticas de I+i+c en energía y clima de las Administraciones Públicas con el resto de las políticas sectoriales y fomentar la colaboración público-privada y la investigación e innovación empresarial.

¿Cuáles son las principales medidas?

El PNIEC incluye una serie de medidas en materia medioambiental y energética para poder alcanzar en 2030 los objetivos mencionados.

Electrificación y descarbonización del sistema energético

  • La descarbonización se plantea como un elemento clave para alcanzar los objetivos del PNIEC 2021-2030[2]. El objetivo a largo plazo es convertir a España en un país neutro en carbono en 2050, mientras que el objetivo a medio plazo es lograr una disminución de emisiones de, al menos, el 23% respecto a 1990 en el año 2030.
  • Para ello, es necesaria una transición desde los combustibles fósiles a la eficiencia y las energías renovables, así como electrificar una parte importante de la demanda térmica y del transporte.
  • Con el objetivo de que las renovables alcancen en 2030 el 42 % sobre el uso final de la energía, se contemplan una serie de medidas encaminadas a la reducción del uso de combustibles fósiles y a la promoción de las fuentes de energías renovables en los tres usos de la energía (transporte, calefacción y refrigeración y electricidad):
  • Transporte:
  • Medidas específicas para alcanzar el 28 % de renovables en el transporte vía electrificación y biocarburantes.
  • Los principales ejes son el cambio modal, el despliegue de la movilidad eléctrica y el impulso a la fabricación y uso de biocarburantes avanzados[3].
  • Calefacción y refrigeración:
  •  Electrificación y crecimiento del uso de renovables térmicas. Se centra en las comunidades energéticas renovables y propone un incremento del uso de la electricidad para la generación de calor.
  • Generación eléctrica:
  • Impulso de grandes proyectos de generación, despliegue del autoconsumo y generación distribuida y medidas de integración de las renovables en el sistema y en el mercado eléctrico.
  • Subastas como principal herramienta para el desarrollo de estas tecnologías[4].
  • Propone trabajar junto con la Comunidades Autónomas y los agentes económicos y sociales, de cara a eliminar las barreras a la implantación de las renovables.

Eficiencia energética

 El Plan persigue el objetivo de mejora de eficiencia energética del 32,5% en 2030.

  • Se apuesta por la reducción de los tráficos, el uso del transporte público colectivo, la movilidad sostenible y la electrificación del transporte.
  • Promueve la rehabilitación energética del parque edificatorio ya construido, así como la renovación energética del parque de edificios públicos de la Administración General del Estado y la renovación energética del 3 % de la superficie edificada y climatizada de las Administraciones autonómicas y locales.

Seguridad energética

  • Se recogen los objetivos de seguridad formulados en la Estrategia de Seguridad Energética Nacional de España aprobada en el año 2015 relativos a:
  • Diversificar del mix energético nacional, con una adecuada representación de las fuentes energéticas.
  • Garantizar la seguridad del abastecimiento con objeto de asegurar el acceso a los recursos necesarios.
  • Fomentar el uso de fuentes autóctonas con objeto de diversificar el mix energético.
  • Asimismo, se busca suministrar energía segura, limpia y eficiente a los distintos sectores consumidores, lo que implica:
  • Reducir la dependencia energética, en especial la importación de combustibles fósiles.
  • Diversificar las fuentes de energía y suministro.
  • Profundizar en la preparación para hacer frente de forma autónoma a las limitaciones o interrupciones de suministro de fuentes energéticas.
  • Incrementar la flexibilidad del sistema energético nacional, no sólo desde el lado de la oferta, sino también, desde el lado de la demanda.
  1. Mercado Interior de la Energía:
  • Los objetivos responden a la necesidad de disponer un mercado más competitivo, transparente, flexible y no discriminatorio con un alto grado de interconexión, de cara a garantizar la seguridad de suministro y precios más competitivos y homogéneos.
  • Refuerzo y crecimiento de las líneas de transporte y distribución en territorio español, incluyendo las conexiones existentes entre la península y los sistemas no peninsulares e interconexiones entre sistemas insulares.
  • Implementación de la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética aprobada en 2019: diseño de indicadores oficiales de medición coincidentes con los utilizados por el Observatorio Europeo contra la Pobreza Energética.

Investigación, innovación y competitividad

  • Objetivos nacionales en investigación, innovación y competitividad:
  • Alinear las políticas españolas con los objetivos perseguidos internacionalmente y por la Unión Europea.
  • Coordinar la política energética y las políticas de innovación.
  • Orientar la investigación y desarrollo hacia la búsqueda de soluciones para los retos sociales y los objetivos de desarrollo sostenible.
  • Fortalecer la transferencia de tecnología del sistema público a la sociedad y la industria para facilitar la transición ecológica.
  • Colaboración público-privada.
  • El ciudadano en el centro del modelo de transición energética y climática.
  • Objetivos nacionales de financiación
  • Incrementar el peso de la investigación, innovación y competitividad en la actividad económica nacional, para alcanzar inversiones de no menos del 2,5% del PIB, y mantener esos niveles con independencia de los ciclos económicos.
  • Objetivos específicos para tecnologías energéticas hipocarbónicas y limpias:
  • Desarrollo de fuentes de energías limpias[5].
  • Competitividad para mejorar la eficacia de la red española y europea a través de un sistema y mercado interior altamente digitalizado.
  • Seguridad de abastecimiento.
  • Impulso social y tecnológico hacia patrones de menor consumo energético.

Objetivos de descarbonización: PNIEC 2021-2030 vs. Proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética

El Consejo Europeo ha aclarado que el objetivo para las energías renovables es vinculante para todos los Estados miembros y que cada uno de ellos debe contribuir a la concesión de los objetivos marcados.

Por ello, el PNIEC 2021-2030 debe entenderse como un instrumento para cumplir con el objetivo vinculante de descarbonización marcado por la Unión Europea.

A este respecto, llama la atención que el Proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 19 de mayo de 2020, incluye unos objetivos menos ambiciosos que los del PNIEC 2021-2030. La Ley prevé un recorte de emisiones del 20% en 2030 (frente al 23% que incluye el PNIEC 2021-2030), y establece un incremento de la generación de electricidad con renovables del 70% (frente al 74% incluido en el PNIEC 2021-2030).

 

En este sentido, las metas establecidas en materia de reducción de GEI en el PNIEC 2021-2030 no solo cumplen con los objetivos vinculantes establecidos en la normativa comunitaria, sino que además establecen objetivos más ambiciosos, contribuyendo a la consecución del objetivo de reducción de las emisiones en el conjunto de la Unión Europea, así como a los compromisos internacionales a los que aquella se ha adherido.

[1] Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21). El Acuerdo de París entró en vigor el 4 de noviembre de 2016. España depositó ante Naciones Unidas el instrumento de ratificación del Acuerdo de París el 12 de enero de 2017.

[2] El PNIEC tiene como meta avanzar en la descarbonización, sentando unas bases firmes para consolidar una trayectoria de neutralidad climática de la economía y la sociedad en el horizonte 2050.

[3] El cambio modal y el despliegue de la movilidad eléctrica están recogidos como medidas de eficiencia energética.

[4] De conformidad con la Directiva 2018/2001 del Parlamento Europeo y del Consejo de 11 de diciembre de 2018 relativa al fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables.

[5] Eólica terrestre y marina, solar fotovoltaica y solar termoeléctrica, bioenergía, energías oceánicas, biomasa, geotermia.

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