1. Hechos.
Brite Strike Technologies SA, sociedad establecida en Luxemburgo y distribuidora de los productos de iluminación táctica de la sociedad Brite Strike Technologies Inc, domiciliada en los Estados Unidos de América, registró a su nombre en la Oficina de Propiedad Intelectual del Benelux el signo “BRITE STRIKE”. En septiembre de 2012 la sociedad USA presentó ante el Tribunal de primera instancia de La Haya una demanda de nulidad de la marca de la sociedad luxemburguesa alegando que ésta la había conseguido de mala fe. Formulada por la parte demandada una excepción de incompetencia, el Tribunal entendió que existía un problema de interpretación de los artículos 71 y 22, punto 4, del Reglamento 44/2001 sobre competencia judicial, reconocimiento y ejecución de resoluciones judiciales (Reg. Bruselas I) en relación con la aplicación o no al supuesto de la Convención del Benelux sobre propiedad intelectual (Marcas, Dibujos y Modelos) (CBPI) en lugar del Reg. Bruselas I: en caso afirmativo resultarían competentes los tribunales de Luxemburgo; en caso negativo, serían los de los Países Bajos.
Dado que el art. 71 Reg. Bruselas I establece que “el presente Reglamento no afectará a los convenios en que los Estados miembros fueren parte y que, en materias particulares, regularen la competencia judicial, el reconocimiento y la ejecución de las resoluciones”, la primera cuestión pretende dilucidar si el art. 4.6 CBPI resulta o no aplicable en esta ocasión, es decir, si se trata de un convenio anterior o posterior al Reg. Bruselas I. Si no resultare aplicable el CBPI, la segunda cuestión se pregunta si se desprende del art. 22, punto 4, del Reg. Bruselas I que tanto los tribunales belgas como los neerlandeses y los luxemburgueses son competentes; en caso negativo, la tercera versa sobre si es posible aplicar el art. 4.6 de la CBPI para determinar si en un caso concreto son competentes los tribunales belgas, los neerlandeses o los luxemburgueses.
2. Pronunciamientos.
El TJ responde a la primera cuestión afirmando que el art. 71 del Reg. Bruselas I:
a) no exige que todos los Estados Miembros sean parte del convenio internacional ni que necesariamente hayan de participar Estados terceros,
b) prohíbe la introducción de nuevas reglas, lo que no se da en este caso porque el art. 6.4 CBPI recoge literalmente el enunciado de la Ley Uniforme Benelux sobre las Marcas de 1971 y
c) debe ser interpretado a la luz del art. 350 TFUE, que dispone que el Derecho de la Unión no obsta a la existencia ni al perfeccionamiento de la Unión Regional entre Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos, en la medida en que los objetivos de tal Unión no sean alcanzados mediante la aplicación de los Tratados.
En consecuencia, las normas sobre competencia judicial internacional contenidas en el art. 4.6 CBPI prevalecen sobre el art. 22, punto 4, del Reg. Bruselas I en la medida en que se cumplen los dos requisitos siguientes: a) la Unión Benelux ha establecido una marca regional sometida a una normativa completamente uniforme que por ello va más allá de la ejecución del mercado interior; b) el art. 4.6 CBPI debe ser calificada como indispensable para el buen funcionamiento del régimen de marcas, dibujos y modelos del Benelux, pues posibilita que en el marco de un sistema descentralizado y multilingüe resulten competentes los tribunales belgas, neerlandeses o luxemburgueses en lugar de serlo con carácter exclusivo los tribunales neerlandeses por aplicación del art. 22, punto 4, del Reg. Bruselas I. Además, el TJ aplica la doctrina TNT Express (STJ de 4 de mayo de 2010, C-533/08) y concluye que el art. 4.6 de la CBPI es conforme con los principios de seguridad jurídica y buena administración de justicia que sustentan el Reg. Bruselas I.
Habida cuenta de la respuesta a la primera cuestión, el TJ deja sin responder las otras dos cuestiones prejudiciales.
3. Comentario.
Es ésta una sentencia relevante en la medida en que pretende clarificar una cuestión extremadamente compleja, a saber, la delimitación entre el respectivo ámbito de aplicación de los actos de la UE y de los convenios internacionales sobre las mismas materias.
A mi modo de ver, el TJ yerra en el planteamiento al asumir como probado que tanto el art. 22.4 Reg. Bruselas I cuanto el art. 4.6 CBPI resultan aplicables a la cuestión debatida: la competencia judicial internacional para resolver sobre una acción de nulidad de una marca Benelux. En el contexto de la Unión del Benelux, el art. 4.6 CBPI no debería ser considerado como una regla de competencia judicial internacional sino de competencia territorial: una vez determinado que los tribunales de los Estados miembros del Benelux tienen competencia judicial internacional exclusiva por aplicación del Reg. Bruselas I, conviene localizar el concreto tribunal competente y para ello se utilizan los criterios del art. 4.6 CBPI, criterios que, lógicamente, nada tienen que ver con el lugar del registro.
(Fuente de la información: ANUARIO ELZABURU 2016, recopilatorio de comentarios de jurisprudencia europea en materia de Derecho de Propiedad Industrial e Intelectual que realiza Elzaburu).
Documentos citados:
- Reglamento (CE) No 44/2001 del Consejo de 22 de diciembre de 2000 relativo a la competencia judicial, el reconocimiento y la ejecución de resoluciones judiciales en materia civil y mercantil
- Sentencia del Tribunal de Justicia (Gran Sala) de 4 de mayo de 2010
ENGLISH VERSION
Relationship between Regulation 44/2001 (Reg. Brussels I) and the Benelux Convention on Intellectual Property (Trademarks and Designs). Judgment of the Court of Justice of 14 July 2016, Brite Strike Technologies (C-230/15).
1. Background.
Brite Strike Technologies SA, a company established in Luxembourg and a distributor of the tactical illumination products made by the U.S. corporation Brite Strike Technologies Inc., registered the trademark “Brite Strike” in its own name at the Benelux Intellectual Property Office. In September 2012 the U.S. corporation filed an action before the District Court of The Hague to seek the invalidation of that trademark on the ground that it had been registered in bad faith. The defendant then raised an objection of lack of jurisdiction, maintaining that the action should have been brought in Luxembourg and not at The Hague, whereupon the court perceived a need for interpretation of articles 71 and 22.4 of Regulation 44/2001 on jurisdiction and the recognition and enforcement of judgments in civil and commercial matters (Reg. Brussels I) in order to determine whether the Benelux Convention on Intellectual Property (Trade Marks and designs) (BCIP), rather than Reg. Brussels I, could be applicable to the case. In the affirmative, jurisdiction would correspond to the courts of Luxembourg; in the negative, to those of the Netherlands.
As article 71 of Reg. Brussels I stipulates that “this Regulation shall not affect any conventions to which the Member States are parties and which in relation to particular matters, govern jurisdiction or the recognition or enforcement of judgments”, the first question put to the ECJ by the referring court was whether article 4.6 BCIP was or was not applicable to the case, in the sense of whether the BCIP should be considered a convention earlier than or subsequent to Reg. Brussels I. If the BCIP was not deemed to be applicable, the second question was whether it followed from article 22.4 of Reg. Brussels I that the courts of Belgium, the Netherlands and Luxembourg all had jurisdiction. In the negative, then the third question was whether it was possible to apply article 4.6 BCIP in order to determine, in a given case, which of the three had jurisdiction.
2. Findings.
The ECJ replied to the first question by stating that article 71 of Reg. Brussels I:
a) does not demand that all the Member States be a party to the international convention or that third countries necessarily be a party;
b) prohibits the introduction of new rules, something which does not occur in the present case because article 4.6 BCIP reproduces literally the Uniform Benelux Law on Marks of 1971;
c) must be interpreted in the light of article 350 of the Treaty on the Functioning of the European Union (TFEU), which provides that EU law does not preclude the existence or completion of the regional union of Belgium, Luxembourg and the Netherlands, insofar as the objectives it pursues are not attained by the application of the treaties.
Consequently, the rules on international jurisdiction laid down in article 4.6 BCIP prevail with respect to article 22.4 of Reg. Brussels I in that the following two requirements are met: a) the Benelux Union has in place a regional trademark system governed by entirely uniform rules and is further advanced than the internal market; b) article 4.6 BCIP must be deemed indispensable for the proper functioning of the Benelux regime of trademarks and designs, given that, within the framework of a decentralized, multilingual system, it permits disputes to be heard by the courts of Belgium, Luxembourg or the Netherlands, rather than solely by those of the Netherlands pursuant to article 22.4 of Reg. Brussels I. The ECJ cites, in addition, the judgment of 4 May 2010 in TNT Express Nederland, C-533/08, and concludes that article 4.6 BCIP is in accordance with the principles of legal certainty and the sound administration of justice enshrined in Reg. Brussels I.
In view of this response to the first question, the ECJ finds no need to answer the other two.
3. Remarks.
This judgment is relevant inasmuch as the Court seeks to clarify the extremely complex matter of the dividing lines between the extent of application of acts of the EU and that of international conventions in the same field.
In my view, the ECJ errs in its approach on considering it proved that both article 22.4 of Reg. Brussels I and article 4.6 BCIP are applicable to the question under debate: international jurisdiction to deal with an action for the invalidation of a Benelux trademark. In the context of the Benelux Union, article 4.6 BCIP ought not to be considered a rule of international jurisdiction but instead one of a territorial nature. Then, once it has been determined that the courts of Belgium, Luxembourg and the Netherlands have exclusive jurisdiction pursuant to Reg. Brussels I, the next step is to find the specific competent court. To that effect reference may be had to the criteria laid down in article 4.6 BCIP, which logically have nothing to do with the place of registration.
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