La Taxonomía de la UE, también conocida como el Reglamento UE 2020/852, establece los requisitos para que las empresas publiquen sus medidas de responsabilidad ambiental, social y de gobernanza. Estas variaciones en el reglamento han sido un desafío para los interesados, dificultando el seguimiento de los cambios.
Taxonomía de la UE y su objetivo
La Taxonomía ofrece a empresas e inversores la posibilidad de cambiar hacia una economía europea más amigable con el medio ambiente, que está en consonancia con los objetivos de alto nivel como el Acuerdo de París o el Pacto Verde Europeo.
Esta herramienta permite que las empresas demuestren de forma clara cómo alcanzan un modelo de negocio sostenible. Esto les da la posibilidad de evaluar su producción, el impacto que tienen en el medio ambiente, y planificar los cambios necesarios para llevar a cabo una transición sólida y flexible de sus actividades.
Una lista otorga a las empresas la capacidad de determinar en qué clase de taxonomía se encuentra su actividad económica, y de esta manera, el equipo directivo puede establecer los ajustes necesarios para ajustarse a un modelo más sostenible.
Esto les ofrece una amplia gama de oportunidades, como la atracción de inversores interesados en proyectos respetuosos con el ambiente.