Esta práctica, según la organización, se ha extendido entre diversos sectores de la economía e implica la contratación de trabajadores bajo la figura de autónomos, para evitar los costes laborales y de seguridad social que corresponden a un empleo asalariado.
La secretaria general de Uatae, María José Landaburu, ha afirmado que la "proliferación" de los falsos autónomos es una "forma de explotación laboral que mina los derechos de los trabajadores y distorsiona el empleo".
Esta situación es especialmente preocupante en sectores como la logística y el transporte, donde los empleados son obligados a registrarse como autónomos, cuando en realidad desempeñan funciones bajo la dirección y control de una empresa, sin autonomía real, tal y como recoge la Uatae en su escrito.
"Necesitamos que las inspecciones laborales se intensifiquen y que se impongan sanciones severas a las empresas que recurren a este fraude laboral. Además, es fundamental que se ofrezcan recursos y asesoramiento a los trabajadores para que puedan identificar y denunciar estas situaciones de abuso", ha añadido Landaburu.
"La competitividad no puede basarse en la precariedad y la explotación, es necesario un compromiso ético que respete los derechos laborales y contribuya a la construcción de un mercado de trabajo más justo y equitativo", ha concluido.
