Más de 150 asistentes han asistido en Valencia a la octava edición del Tax Directors Workshop, el mayor encuentro de directores fiscales que se organiza en España y que EY Abogados celebra anualmente en esta ciudad desde que se inaugurara en 2008. Representantes de Telefónica, BBVA, Repsol o Caixabank, entre otras muchas compañías, junto con representantes de la Administración Pública y socios de la Firma han acudido al encuentro para analizar los retos a los que se enfrentan las compañías y los directores de impuestos en un momento decisivo en el que los estados y los organismos supranacionales están dado un giro radical a sus políticas y normas fiscales.
En este sentido, la transparencia sobre la contribución fiscal se está convirtiendo en el eje central de todas las acciones, a raíz de las nuevas demandas de información por parte de la sociedad y de las actuaciones adoptadas en este sentido por organismos como la OCDE, la Comisión Europea y los gobiernos nacionales. Todo ello ha impactado de lleno en las políticas adoptadas por las compañías en favor del buen gobierno fiscal y la gestión del riesgo, y ha incrementado también la controversia.
Todos estos temas han sido, de hecho, los ejes de los debates a lo largo de los dos últimos días durante el encuentro, al que han asistido Ignacio Huidobro y Paloma Carbonell, director y jefa de la Oficina Técnica, respectivamente, de la Delegación Central de Grandes Contribuyentes de la Agencia Tributaria; Begoña García-Rozado, subdirectora general de Impuestos sobre las personas jurídicas en la Dirección General de Tributos; Jesús Gascón, ex director general de Tributos; y Silvia López Ribas, inspectora coordinadora de la Oficina Nacional de Fiscalidad Internacional. Junto a ellos, el socio director general de EY Abogados, Federico Linares, y un nutrido grupo de socios de la Firma, como Ramón Palacín, José Antonio Bustos, Maximino Linares, José Luis Prada y Miguel Muñoz.
Informe de EY
Según el informe de EY Tax Controversy Survey, A new mountain to climb: tax reputation risk, growing transparency demands and the importance of data readiness, pese al impulso que se está dando desde un punto normativo a la transparencia de la contribución fiscal, muchas compañías todavía no cuentan con los sistemas o los recursos necesario para cumplir con estos nuevos requerimientos. El informe, que analiza las respuestas de 962 directores de impuestos y financieros en 27 países, pone sobre la mesa, sin embargo, que el 100% de los ejecutivos consultados espera nuevas normas en favor de la transparencia en los próximos dos años.
El riesgo reputacional derivado de la fiscalidad de la empresa es otra de las cuestiones a debate y que está en la agenda de las compañías. Tal es así, que el 83% de los directores de impuestos de las grandes empresas informa periódicamente al consejero delegado o al director financiero de la compañía sobre los riesgos que pueden acarrear las políticas de transparencia fiscal. Además, un 43% reconoce hacer lo propio con el comité de auditoría. Esta tendencia hacia un mayor escrutinio puede suponer un gran cambio para aquellos directores cuya función principal haya sido meramente el cumplimiento de los requerimientos legales y regulatorios.
El aumento de los requisitos de información tributaria es una tendencia que no parece que se reduzca. Así, el 94% de las empresas encuestadas por EY, cree que durante los dos próximos años aumentarán los requisitos de transparencia sobre cuestiones fiscales. Sin embargo, un 71% de los encuestados considera que hay que añadir recursos adicionales que permitan reunir y proporcionar dicha información.
Riesgo reputacional
El hecho de aportar mayor niveles de transparencia puede ser beneficioso para las compañías, por ejemplo, reduciendo el número de conflictos entre las autoridades fiscales y el contribuyente, según recoge el informe. Sin embargo, para cumplir con los nuevos requerimientos de información es necesario un cambio a la hora de realizar el reporting y seguimiento de la información relacionada con el pago de impuestos. Además, sería necesario alinear la función fiscal con las tecnologías de la información para asegurar que la recopilación de los datos sea rápida y fácil.
El informe recoge, además, los pasos que las empresas pueden tomar para ser ágiles en el proceso de transparencia fiscal y controlar, al mismo tiempo, el riesgo reputacional, en particular evaluar la capacidad de la empresa para obtener los datos precisos en tiempo y forma y establecer las medidas necesarias para obtener una imagen completa de la contribución fiscal de la compañía e integrarla en la gestión de los riesgos fiscales y la información financiera pública.