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Durante el 2016 (último año del que se tienen datos) el importe de expedientes liquidatarios de cuotas debidas a la Seguridad Social en España superó los mil millones de euros, según el último informe anual publicado de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social. Es decir, las empresas españolas, por acción u omisión, dejan de declarar una cantidad ingente de dinero a la Seguridad Social. La bestialidad de la cifra nos hace pensar que la cantidad defraudada no responde solamente a la voluntad de las compañías, sino que existe un importante desconocimiento en materia legal que conduce a un incumplimiento de las normas. Un incumplimiento que no sólo puede generar desajustes económicos para la empresa, sino que, normalmente, también afecta a la reputación de esta. Resulta evidente que los empresarios españoles realizan su actividad en un contexto donde la presión por parte de la Administración Pública se incrementa. La presión fiscal y la compleja legislación en materia laboral, penal e incluso medioambiental hace que las responsabilidades legales de los empresarios sean cada vez mayores, lo que supone también un mayor riesgo para la reputación de la empresa. El riesgo cero para las empresas (y para todo el mundo) no ha existido nunca, pero en un contexto de globalización, de cambio constante y de auge de regulaciones (desde locales hasta comunitarias o internacionales) generan un panorama complejo de gestionar. Por ello, hoy en día se hace más necesario que nunca contar con nuevas herramientas preventivas que sean capaces de evaluar el grado de cumplimiento jurídico-laboral de las compañías y que permitan crear protocolos laborales. Estas herramientas existen y se engloban en lo que conocemos como “Compliance Laboral”. El Compliance Laboral no es más que la creación de aquél protocolo en la empresa que sea capaz de minimizar los riesgos laborales y legales que se deben hacer frente, que funcione como una herramienta que permita la prevención y la actuación a tiempo, si se genera alguna crisis. A pesar de ser un término todavía poco arraigado en el tejido empresarial español, el Complliance Laboral ha resultado eficaz para mejorar el cumplimiento normativo, para detectar posibles casos de acoso laboral y para tener una respuesta a cualquier problema que pueda surgir. Además, el Compliance Laboral se erige también como un modelo de gestión indispensable para hacer frente al reto que supone la nueva ley europea de protección de datos que entra en vigor este mes de mayo. Nos encontramos, pues, con una herramienta que establece programas de seguimiento y verificación del desarrollo laboral y del cumplimiento normativo de cada territorio. Para entender cómo funciona el Compliance Laboral debemos tener en cuenta que supone un cambio en la filosofía de cualquier empresa. La ética y la responsabilidad social corporativa pasan a ser el eje vertebrador del engranado de la compañía. Se deberá, pues, crear un código ético, protocolos de prevención de riesgos legales en el ámbito laboral y abrir vías de comunicación para la denuncia interna, así como nuevas formas de relación entre los trabajadores. El trabajo que supone aplicar el Compliance Laboral es significativo, pero hay que tener en cuenta que desempeña una función esencial para cualquier empresa: salvaguardar su reputación. El incumplimiento normativo o la aparición de irregularidades en el funcionamiento de la empresa no sólo tiene consecuencias a nivel legal, sino que también afectan a la imagen de la propia firma, y más actualmente, en un contexto en el que las empresas están sometidas al escarnio público. Para ello, primero será necesario crear una imagen actual de la empresa que ayude a crear los protocolos ajustados a la realidad jurídico-laboral de la empresa. También se deberá crear la figura del Compliance Officer, quién se encargará de la supervisión, la vigilancia y el control del código. Finalmente, será también indispensable la intervención del auditor, un profesional independiente que sea capaz de verificar que los protocolos se están aplicando. Si se aplica correctamente, El Compliance Laboral creará una red de seguridad en la empresa, que no será inflexible y que se deberá ir modificando periódicamente, pero que trabajará para mantener a salvo nuestra imagen y reputación.
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