Entrevistamos a Manuel Desantes, Presidente del Comité Editorial del Anuario ELZABURU y Of Counsel de la firma, con motivo de la celebración del 10º Aniversario del Anuario, en la nueva sede de ELZABURU en la Torre de Cristal de Paseo de la Castellana.
El Anuario ELZABURU es un precioso instrumento que alberga un inmenso caudal de conocimiento. En un abrir y cerrar de ojos el operador jurídico puede acceder a las 30 sentencias más relevantes con repercusión europea de cada año del Tribunal de Justicia, del Tribunal Supremo español, del Tribunal español de Marcas y Diseños de la UE con sede en Alicante, de las Audiencias Provinciales y de la Oficina Europea de Patentes. Dividido en sectores -marcas, derechos de autor, patentes, diseños, competencia desleal, piratería, indicaciones geográficas y datos personales-, cada sentencia contiene un resumen de los hechos y del pronunciamiento del Tribunal y un breve comentario que orienta al lector sobre su contexto, su valor añadido y su relevancia. El acceso a los 10 anuarios y a las 293 decisiones es muy sencillo a través de https://www.elzaburu.es/anuario-elzaburu/
Hace una década nos dimos cuenta de que la jurisprudencia del Tribunal de Justicia en materia de propiedad industrial e intelectual estaba muy fragmentada y no resultaba sencillo obtener una comprensión rápida y completa de su evolución a lo largo de todo un año. ELZABURU tiene una base de datos de conocimiento muy elaborada y era muy importante para nosotros, en nuestro diario quehacer, acceder con presteza a este conocimiento práctico. Cuando tuvimos el proyecto diseñado y ejecutado concluimos que si este servicio podía sernos útil a nosotros también podría serlo para nuestros clientes, colaboradores, compañeros de profesión, académicos y estudiantes. Era lógico, por tanto, presentarlo en abierto para que todos pudieran beneficiarse del Anuario. Durante diez años el Anuario se ha consolidado como un referente tanto en el entorno hispanoparlante como, merced a su versión en inglés, en el global. Las consultas llegan de cientos de países y de todos los continentes y estamos muy orgullosos de ello.
Si el Anuario recoge los hitos jurisprudenciales más relevantes del año, este décimo aniversario hemos querido publicar una edición extraordinaria que recoja una selección de las 60 decisiones más relevantes del Tribunal de Justicia. Estos casos reflejan la influencia del Tribunal en la “armonización” (quizás vale la pena decir “transformación”) de la propiedad industrial e intelectual en Europa. Es seguro que no están todos los que son … pero sí son todos los que están. Algunos temas en particular (comunicación pública, gestión colectiva, certificados complementarios de protección) merecerían su propio Anuario antológico …
"Durante estos 10 años el TJUE se ha enfrentado a asuntos de extraordinaria relevancia donde se ha puesto de relieve hasta qué punto el mundo digital y las nuevas tecnologías ocupan gran parte del espectro"
La jurisprudencia del Tribunal de Justicia no suele ser “revolucionaria”. Si bien es cierto que en algún momento histórico pueden identificarse puntos de inflexión, el Tribunal es siempre muy cuidadoso al edificar sus razonamientos a partir de sus resoluciones anteriores. Durante estos 10 años se ha enfrentado a asuntos de extraordinaria relevancia donde se ha puesto de relieve hasta qué punto el mundo digital y las nuevas tecnologías ocupan gran parte del espectro. Ello se observa especialmente en derechos de autor (identificación usuario dirección IP, infracciones cometidas a través de internet, enlaces en internet y comunicación pública, plataformas digitales o sistemas peer to peer) y en patentes (CCPs, software), pero también en otros sectores como las marcas (marcas tridimensionales, mercados electrónicos o infracción de marcas ajenas), la piratería (acceso a datos electrónicos), la indicaciones geográficas (concepto de evocación) o los datos personales (derecho al olvido o responsabilidad de los titulares de sitios web). Las casi 300 sentencias comentadas en estos diez años constituyen un repertorio único extraordinariamente útil para los utilizadores.
Es evidente que la pandemia, que ya roza los dos años, está cambiando radicalmente nuestra manera de entender el mundo. A mi modo de ver, uno de sus efectos ha sido poner de relieve hasta qué punto la innovación constituye uno de los ejes nucleares del futuro de la humanidad y hasta qué punto la propiedad intelectual es un sine qua non para fomentar la innovación. Yo estoy convencido de que la sensibilización de la población sobre la necesidad de honrar y de cuidar a nuestros innovadores va a incrementarse muchos enteros tras esta crisis que debemos superar entre todos y no, como ha sucedido hasta ahora en la historia, intentando cada país salir por su cuenta.
"Nos enfrentamos a una nueva era, no ya digital o virtual, sino cognitiva"
Estoy convencido de que nos encontramos frente a un cambio de paradigma. Vivimos una época de profundos cambios exponenciales que no son fruto de una revolución aislada: nos enfrentamos a una nueva era, no ya digital o virtual, sino cognitiva, en la que una miríada de tecnologías profundamente disruptivas, interconectadas, híbridas e hibridadas -con la inteligencia artificial como punta de lanza- están ya cuestionando todos nuestros valores y todos nuestros mecanismos de adopción de decisiones. En breve entraremos de lleno en la era del metaverso, lo que implicará un maridaje de los mundos real y virtual. En este sentido, el concepto de “derecho represivo” heredado del Derecho Romano, que ha dado excelentes frutos a lo largo de más de dos mil años, ya no nos sirve porque en esta época de inmediatez las resoluciones judiciales llegan tarde y su ejecución no es eficiente. Por eso sugiero la necesidad de abrir cauces de reflexión y diálogo sobre el futuro del Derecho como instrumento garante del orden social. Todo ello conlleva, sin duda, un profundo desafío para la propiedad industrial e intelectual, una rama del Derecho que ha prestado extraordinarios servicios a la sociedad de la primera, la segunda y la tercera revolución industrial pero que no está adaptada al ritmo de cambio y a las exigencias que está provocando la cuarta y que provocará la quinta. Y todos los sectores de esta rama jurídica se verán profundamente afectados. Pienso que es necesaria una profunda revisión si queremos que continúe actuando como acicate para fomentar no solo el desarrollo y la competitividad sino la innovación científica, tecnológica, emocional, cultural, social u organizacional.
Es urgente garantizar que la resolución de conflictos llegue con presteza y que seamos capaces de desarrollar una cultura de pacto que posibilite el desarrollo de la mediación. Y, definitivamente, todo nuestro artesonado jurídico debe mirar hacia el siglo XXI y no hacia el siglo XIX. La completa digitalización de nuestra administración y la masiva utilización de la nueva web 3.0 que posibilitará el uso masivo del blockchain ayudarán sin duda. Y hemos de ser conscientes de que, desde una perspectiva europea y en un mundo completamente globalizado, los sistemas nacionales corren el riesgo de ser puestos en entredicho y el futuro de la construcción europea pasa por continuar profundizando en la europeización del sistema de propiedad industrial e intelectual si queremos ser capaces de coliderar la sociedad del siglo XXI.
Yo lo que les podría decir es que los tengo de libros de cabecera y que no hay día que no los consulte, en papel y, sobre todo, online. Su lectura es ágil, amena, recogen con precisión los aspectos más relevantes de la decisión y orientan sobre la evolución del sistema. No encontrará el lector en el Anuario disquisiciones académicas o profundas discusiones doctrinales. El objetivo es eminentemente práctico y, en mi opinión, se cumple con creces. En fin, queremos agradecer muy especialmente a los centenares de clientes, colegas, profesionales y estudiantes que nos han animan constantemente a proseguir esta tarea en beneficio de todas las personas convencidas de que la propiedad industrial e intelectual sigue siendo una herramienta fundamental para promover la innovación y el bienestar social.
Entrevista realizada por Carlos Porras y José Ramón Moratalla.