Mireia Alarcón: “La herramienta más útil en el ejercicio de la abogacía es la IA, facilitando la búsqueda de información y proporcionando rapidez e inmediatez”
Un año más queremos conocer la opinión de los abogados y las abogadas jóvenes sobre diferentes cuestiones de gran interés en el sector como la motivación, los desafíos de la profesión, la proyección en las firmas gracias a la aplicación de las nuevas tecnologías o los problemas de salud derivados del estrés laboral.
Entrevistamos a Mireia Alarcón (25 años), Graduada en Derecho en prácticas en GRA consultores.
¿Cuándo y por qué decides ejercer como abogada?
Cuando estaba en el instituto, decidí que quería estudiar Derecho para ser fiscal de menores. Sin embargo, al finalizar la carrera, mi familia me aconsejó que hiciera el máster en abogacía para tener una mayor seguridad profesional. Fue durante las prácticas del máster donde realmente supe que quería ser abogada, ya que me di cuenta de que el ejercicio de la profesión nada tiene que ver con lo que se enseña en la carrera.
Ahora, en GRA Consultores, veo como es el día a día real de un abogado y la satisfacción que recibe el equipo tras hacer un buen asesoramiento contable, fiscal, laboral, jurídico o de recursos humanos. Nunca pensé que los casos de los clientes serían tratados por un abogado como propios.
¿Quién o qué situación profesional ha sido determinante en tu carrera? ¿por qué motivo?
Al realizar las prácticas en GRA Consultores me he dado cuenta de que me gusta el ejercicio de la abogacía, que tengo aptitudes y que quiero dedicarme a ello. Esto es debido a que estoy en un despacho en el cual recibo formación y confían en mí lo suficiente como para asignarme responsabilidades. Aquí hay grandes profesionales y alguno lleva ejerciendo más de 30 años y sin duda eso me enriquece.
En los primeros años como profesional ¿Cuáles han sido los mayores desafíos? ¿Cómo los enfrentaste?
Para mí, el mayor desafío en los primeros años de mi carrera ha sido alinear mi forma de ser con las exigencias de la profesión. Los valores de GRA Consultores son el compromiso con los clientes y la empatía de hacer nuestro cada problema y de esa forma brindarles la mejor solución. Trabajamos con ellos la confianza plena y les mostramos que nuestra labor es priorizar sus derechos e intereses. Este aprendizaje está siendo crucial para mi desarrollo profesional.
¿Podrías contarnos proyectos en los que has trabajado y cómo han influido en tu desarrollo profesional?
A pesar de llevar poco tiempo en el ejercicio, he tenido la oportunidad de trabajar y realizar prácticas en diversos sectores, lo que me ha permitido enfrentar casos y proyectos muy distintos. En el sector público, por ejemplo, gestionando reclamaciones extrajudiciales en el ámbito de consumo. Actualmente, formo parte de un despacho que abarca diversas áreas del derecho, como el derecho civil, administrativo y mercantil. La experiencia en GRA Consultores está contribuyendo a mi formación de manera integral, brindándome una visión didáctica y polifacética que me está dotando de las herramientas necesarias para, en el futuro, poder decidir con mayor claridad el camino que deseo seguir.
¿Qué te gustaría mejorar en la profesión y por qué?
Me gustaría mejorar el proceso de incorporación profesional de las nuevas abogadas y abogados. Tras terminar la carrera, cursar uno o varios másteres y superar el examen de acceso a la abogacía, nos encontramos con un camino lleno de incertidumbre y, en muchos casos, soledad. Por un lado, tenemos la capacidad y el entusiasmo para trabajar, pero, por otro, no siempre encontramos la confianza suficiente en los demás para respaldar nuestras habilidades. Como resultado, nos enfrentamos a ofertas laborales precarias con el argumento de que aún tenemos mucho que aprender.
Desde mi punto de vista, el derecho es un campo de aprendizaje continuo, y esta formación constante debería ir de la mano de un entorno laboral más estable y con mayor confianza en los profesionales jóvenes.
¿Qué opinas sobre la formación de los abogados? ¿Crees que está alineada con las demandas y realidades de la situación actual y los avances de las nuevas tecnologías?
En gran parte, considero que la formación de las abogadas y los abogados no está completamente alineada con las demandas y realidades actuales, especialmente en lo que respeta a los avances tecnológicos. A lo largo de la formación, se nos enfatiza constantemente que el Derecho se basa en el estudio y la memorización, lo cual es fundamental, pero se queda corto ante el ritmo acelerado al que avanza la tecnología. Hoy en día, los nuevos desarrollos tecnológicos surgen para facilitar nuestro trabajo y hacernos más eficientes. Sin embargo, esta transformación no siempre se refleja en los planos del estudio. Ahora en mi día a día en GRA Consultores soy consciente de hasta qué punto la tecnología puede ayudar a los abogados a agilizar procesos debido a que en el despacho hay una gran inversión para estar en primera línea.
¿Cómo han influido las nuevas tecnologías y la digitalización en el ejercicio de la abogacía? ¿Qué herramientas son más útiles y cómo crees que cambiarán la profesión en el futuro?
Las nuevas tecnologías han tenido un impacto muy positivo en el ejercicio de la abogacía, ya que nos permiten ser más eficaces y optimizar nuestro tiempo. En mi opinión, la herramienta más útil hasta el momento es la inteligencia artificial ya que facilita la búsqueda de información en todos los ámbitos, proporcionando rapidez e inmediatez. Estas herramientas no solo nos permiten gestionar grandes volúmenes de datos de manera eficiente, sino que también mejoran nuestra capacidad de análisis y toma de decisiones. En el futuro, la integración de estas tecnologías seguirá transformando la profesión, permitiendo a las abogadas y los abogados centrarse en tareas de mayor valor añadido, como la estrategia legal y la atención personalizada a los clientes, mientras que las tareas repetitivas o administrativas podrán ser automatizadas. En GRA Consultores tenemos un gran abanico de herramientas para la mejor defensa de los intereses de nuestros clientes.
¿Crees que la facilidad por gestionar la tecnología de tu generación te permitirá un desarrollo profesional más inmediato y con más proyección? ¿Por qué?
Sí y no. Por un lado, es cierto que las nuevas generaciones estamos más familiarizadas con la tecnología, ya que forma parte de nuestro día a día, y eso puede ofrecernos una ventaja en términos de desarrollo profesional más inmediato y con mayor proyección. Sin embargo, también consideramos que dominar la tecnología no es solo cuestión de edad o generación, sino de actitud. Cualquier persona, sin importar su generación, puede dominar la tecnología si le dedica el tiempo y el esfuerzo necesarios. Por lo tanto, aunque mi generación pueda tener cierta ventaja inicial, el verdadero progreso depende de la disposición de cada uno para aprender.
¿Qué opinas sobre las medidas de conciliación en la profesión? ¿Qué áreas se pueden hacer mejoras? ¿Cómo logras un equilibrio entre vida personal y ejercicio profesional?
Desde mi punto de vista, la conciliación en la profesión sigue siendo un desafío. Sin embargo, las tecnologías han favorecido enormemente la conciliación, permitiendo trabajar de manera remota, lo que en muchos casos es como estar prácticamente en el despacho. Aunque esto no siempre es posible, los avances tecnológicos han facilitado un mayor equilibrio entre la vida personal y profesional.
Creo que una de las claves para lograr este equilibrio es la organización del tiempo. Es fundamental aprender a separar lo laboral de lo personal, y asegurarse de que cada ámbito reciba su tiempo de calidad.
En cuanto a las áreas de mejora, se podría trabajar en políticas más flexibles que permitan una mayor autonomía a los profesionales del derecho, así como fomentar una cultura que valore el tiempo personal sin que esto afecte la calidad del trabajo ni el compromiso con los clientes.
El ICAM acaba de presentar El I Estudio sobre salud mental de la abogacía madrileña. Entre los datos a destacar se asegura que 6 de cada 10 abogados sufren de ansiedad y casi la mitad han experimentado fatiga, pensamientos negativos y deprimentes y alteraciones emocionales. Además, que las mujeres y los jóvenes son los colectivos más afectados ¿Qué medidas consideras que son imprescindibles para mejorar la salud física y mental de los abogados?
Como menciono a lo largo de la entrevista, considero que la clave para reducir la ansiedad, las alteraciones emocionales y los pensamientos negativos radican en la estabilidad. Aunque el ejercicio de la abogacía es, por naturaleza, un trabajo dinámico y muchas veces impredecible, es esencial que cada abogado busque establecer una organización personal que le brinde cierta estabilidad. Esto no solo mejorará el desempeño profesional, sino también el bienestar.
Además, es imprescindible fomentar espacios de apoyo emocional dentro de la profesión, donde los abogados puedan acceder a recursos y ayuda psicológica cuando lo necesiten, sin estigmas ni obstáculos. También es crucial que la abogacía integre de forma más activa políticas de bienestar laboral, como horarios flexibles, promoción de pausas y descanso, y la normalización del cuidado de la salud mental, de manera que se genere un ambiente de trabajo que priorice el bienestar integral de los abogados.