Junto con estas comunidades, este año otras regiones como Islas Baleares, Cantabria, La Rioja, Navarra y País Vasco también ha rebajado el IRPF para 2024.
En cuanto al Impuesto de Patrimonio, Andalucía y Madrid dan la opción a sus ciudadanos para decidir si quieren ingresar la cuota en sus comunidades o, bien, al Estado; Galicia establece que el importe de su bonificación (50%) se minorará en el importe a pagar del impuesto a las grandes fortunas; Aragón incrementa su mínimo exento de 400.000 euros a 700.000 euros; y Extremadura introduce una bonificación del 100 por 100.
En el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones se continúa la misma tendencia observada en años anteriores de rebajar el impuesto mediante la introducción de mayores bonificaciones o el incremento de las reducciones por parentesco. En concreto, varias comunidades mejoran la tributación de los Grupos I, II y también del Grupo III. En cuanto al Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, se regulan nuevos tipos reducidos para la adquisición de vivienda por determinados colectivos.
Los economistas explican que en el IRPF las principales diferencias se producen por la regulación de las tarifas, advirtiéndose cierta tendencia a rebajarlas en 2023 y 2024. En este último año, hasta cinco comunidades han optado por rebajar la tarifa y, además, el País Vasco y Navarra también han actualizado las deducciones por los mínimos personales y familiares.
En este impuesto también se establecen numerosos incentivos fiscales con un impacto limitado en la recaudación para promover la natalidad, asistir a contribuyentes que enfrentan circunstancias de discapacidad, contrarrestar la despoblación rural y fomentar prácticas ambientales responsables, aunque la mayoría de los incentivos fiscales suelen estar dirigidos principalmente a contribuyentes de renta media.
Madrid, la única que no tiene tributos propios
Respecto a los tributos propios, Madrid sigue siendo la única comunidad que no los exige, y del estudio se concluye que los impuestos propios representan solo el 2,2% de los ingresos tributarios en 2022, por lo que siguen siendo una escasa fuente de financiación para las autonomías. No obstante, la recaudación por impuestos propios ha crecido en 2022 con respecto a 2021 un 10,9%.
Los ingresos tributarios ligados a la financiación de las CCAA, en general, han visto incrementada su recaudación desde 2007, último año anterior a la crisis financiera, hasta 2021, en un 39,5%, y ello se debe a su participación en los grandes impuestos cedidos parcialmente, aunque haya incidido en sentido contrario la bajada en Patrimonio y, sobre todo en Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, por el "pinchazo" de la burbuja inmobiliaria.