"El código actual no contempla este tipo de herramientas y este grupo de trabajo tiene precisamente por objeto hacer evolucionar y adaptar el código a la vista de los avances tecnológicos y sociales", ha expuesto sobre la necesidad de controlar el contenido generado por esta nueva tecnología.
En este sentido, Bruselas pide un paso adelante a los gigantes tecnológicos en la identificación de contenido falso generado por Inteligencia Artificial y, además de poder determinar este contenido lo marque como tal para conocimiento y protección del usuario. Sobre posibles plazos, el Ejecutivo europeo espera que el etiquetado de estos contenidos se haga de forma inmediata ante la proliferación de aplicaciones de Inteligencia Artificial.
La comisaria checa ha señalado que trabaja para garantizar la libertad de expresión en Europa pero no ve ningún derecho a "que las maquinas tengan libertad de expresión". "Hay que trabajar en el código de prácticas basándonos en esta idea", ha expuesto, tras indicar que estas tecnologías abren nuevos caminos al conocimiento pero también presentan "nuevos riesgos y consecuencias negativas para la sociedad", relacionadas con la difusión de desinformación.
Jourová ha valorado que 12 nuevas empresas digitales se han sumado al grupo, por lo que ya son 44 firmas adheridas al código, que servirá de puente para los compromisos obligatorios en materia de desinformación aparejados a la Ley de Servicios Digitales (DSA, por sus siglas en inglés).
Aparte de aumentar el control al contenido generado por Inteligencia Artificial, la responsable europea de Valores y Transparencia ha pedido a las empresas estrechar el cerco a la desinformación rusa en plena invasión militar de Ucrania.
"La guerra no son solo las armas, sino también las palabras. La guerra de desinformación rusa contra el mundo democrático ya comenzó hace muchos años, tras la anexión de Crimea. Vemos grandes campañas de desinformación producidas en Rusia por fuentes favorables al Kremlin", ha apuntado, señalando que esta desinformación busca generar desconfianza en las instituciones democráticas en el continente. Igualmente, ha reclamado mantener el esfuerzo en cuestión de moderación de contenido e invertir los fondos suficientes en trabajo de verificación de contenido.
Salida de Twitter del Código de Conducta
La reunión de este lunes ha estado marcada por la salida de Twitter de este grupo, oficializada a finales de mayo, frente a esto, la política checa ha indicado que la actividad de la red social seguirá siendo vigilada y que las provisiones del código de buenas practicas serán obligatorias a partir de la puesta en práctica de la nueva legislación en agosto.
"Creemos que es un error de Twitter. Ha elegido el camino difícil y la confrontación", ha alertado Jourová, para avisar de que Twitter "ha atraído mucha atención" con su posición y sus acciones y el cumplimiento de la legislación de la UE "serán examinados con vigor y urgencia".
En este sentido, ha prometido que Bruselas actuará de "forma rápida y efectiva", acorde al nivel de riesgo que suponga el incumplimiento de las normas para el control de contenidos y lucha contra la desinformación. "Vemos el impacto negativo de no cumplir con el código y la Comisión será eficiente y suficientemente ágil", ha defendido.
El código buenas prácticas, creado en 2018, se aplica a una treintena de empresas dedicadas a los servicios digitales, entre las que se encuentran gigantes tecnológicos como*Meta, Mozilla, Google, Microsoft y TikTok.