Caducidad de una marca individual usada como sello de garantía

Caducidad de una marca individual usada como sello de garantía. Sentencia del Tribunal de Justicia de 8 de junio de 2017, Gözze (C-689/15).

Tribuna

1. Hechos. El VBB es una asociación que lleva a cabo diversas actividades relacionadas con el algodón y es titular de la siguiente marca figurativa de la UE para productos textiles:

El VBB celebra contratos de licencia relativos a su marca (“marca flor de algodón”) con empresas afiliadas a la asociación para acreditar la utilización de fibras de algodón de buena calidad.

La compañía Gözze, no afiliada a la sociedad, fabrica tejidos con fibras de algodón y coloca en ellos la marca flor de algodón desde hace varios decenios. En febrero de 2014 el VBB interpuso contra dicha entidad una acción de violación de su marca por incorporar a la etiqueta de sus toallas el siguiente distintivo:

En el marco de ese procedimiento, Gözze interpuso una demanda reconvencional solicitando la nulidad de la marca flor de algodón o, subsidiariamente, su caducidad, aduciendo la falta de distintividad del signo.

Durante el transcurso del procedimiento, el Tribunal Superior Regional y Penal de Düsseldorf decidió suspenderlo y plantear al TJ dos cuestiones relativas al uso de la marca flor de algodón y a su posible caducidad.

2. Pronunciamientos. Mediante la primera cuestión prejudicial, el órgano remitente pregunta al TJ si puede considerarse la utilización de una marca individual como sello de calidad un uso con carácter de marca en el sentido del artículo 9, apartado 1, y del artículo 15, apartado 1, del Reglamento nº 207/2009 respecto de los productos para los que se utiliza dicho sello.

El TJ contesta en sentido negativo a esta pregunta. El Tribunal entiende que el artículo 15.1 del Reglamento debe interpretarse en el sentido de que la colocación sobre productos de una marca individual de la UE como sello de calidad no es un uso como marca que esté comprendido en el concepto de uso efectivo en el sentido de esa disposición. No obstante, la colocación de dicha marca constituirá un uso efectivo si garantiza, asimismo y simultáneamente, a los consumidores que dichos productos proceden de una única empresa bajo cuyo control se fabrican y a la cual puede hacerse responsable de su calidad. Esto es, si la marca cumple su función esencial de indicación de origen.

Mediante la segunda cuestión, el órgano remitente pregunta al TJ si, en caso de respuesta afirmativa a la primera cuestión, procedería declarar la caducidad de tal marca, con arreglo al artículo 52.1, letra a), en relación con el artículo 7.1 letra g), o una aplicación mutatis mutandis del artículo 73, letra c), del Reglamento nº 207/2009, cuando el titular de la marca no garantice, mediante controles periódicos de calidad a sus licenciatarios, la veracidad de las expectativas de calidad que se asocian al signo en el mercado.

El TJ contesta en sentido afirmativo a esta pregunta señalando que el artículo 52.1, letra a), y el artículo 7.1, letra g), del Reglamento deben interpretarse en el sentido de que no puede declararse la nulidad de una marca individual, basándose en la aplicación conjunta de estas disposiciones, porque el titular de la marca no garantice la veracidad de las expectativas de calidad que el público asocia con esa marca.

En relación con esta segunda cuestión, el TJ también señala que el ámbito de aplicación de los artículos 66 a 74 del Reglamento, relativos a marcas colectivas de la UE, se halla expresamente delimitado a las marcas así designadas al efectuarse la solicitud y, por tanto, no pueden aplicarse mutatis mutandis a las marcas individuales de la UE.

3. Comentario. El TJ nos recuerda en esta sentencia la necesidad, en el marco del artículo 15.1 del Reglamento nº 207/2009, de que una marca se utilice en consonancia con su función esencial, consistente en garantizar al consumidor la identidad de origen del producto o servicio designado con la marca.

Cuando el uso de una marca no garantiza a los consumidores que los productos o servicios que identifica proceden de una empresa única bajo cuyo control se fabrican o se prestan y a la que, como tal, puede hacerse responsable de su calidad, ese uso no se efectúa en consonancia con la función esencial de la marca de indicación de origen y, por tanto, la marca se halla sometida a la sanción de caducidad por falta de uso prevista en el Reglamento.

Asimismo, es importante destacar que las disposiciones relativas a las marcas colectivas contenidas en el Reglamento están limitadas a las marcas así designadas en el momento de su solicitud y, por tanto, será en ese momento cuando proceda analizar si, en función del uso que queremos hacer de esa marca, la marca que queremos registrar es una marca individual o una marca colectiva. Ana SANZ

1. Revocation of an individual trademark used as a label of quality. Judgment of the Court of Justice of 8 June 2017, Gözze (C-689/15).

1. Background. VBB is an association which carries out various activities relating to cotton, and which holds the following EU figurative trademark for textiles:

VBB concludes licence agreements in respect of its trademark (the “cotton flower mark”) with companies affiliated with the association to attest to use of high quality cotton fibres.

Gözze, which is not among VBB’s licensees, has been manufacturing fabrics made from cotton fibres and displaying the cotton flower mark on its products for a number of decades. In February 2014, VBB brought trademark infringement proceedings against that company for affixing the following sign to the hangtags attached to its towels:

Within the context of those proceedings, Gözze brought a counterclaim seeking a declaration of invalidity or, in the alternative, of revocation, of the cotton flower mark, claiming that the sign was devoid of distinctive character.

The case went to the Higher Regional Court of Düsseldorf, which decided to stay the proceedings and refer two questions, relating to use of the cotton flower trademark and its possible revocation, to the CJ.

2. Findings. By its first question, the referring court asked the CJ whether the use of an individual trademark as a label of quality can be considered to constitute use as a trademark for the purposes of Articles 9.1 and 15.1 of Regulation No. 207/2009 in relation to the goods for which that label is used.

The CJ replied to that question in the negative. In the Court’s view, Article 15.1 of the Regulation must be interpreted as meaning that affixing an individual EU trademark on goods as a label of quality does not constitute use as a trademark that falls under the concept of genuine use within the meaning of that provision. However, the affixing of that mark will constitute genuine use if it additionally and simultaneously guarantees to consumers that those goods come from a single undertaking under the control of which the goods are manufactured, and which may be held responsible for their quality, i.e., where the trademark fulfils its essential function of indicating origin.

By its second question, the referring court asked the CJ whether, if question one were answered in the affirmative, should such a mark be revoked, in accordance with Article 52.1.a) in conjunction with Article 7.1.g), or a mutatis mutandis application of Article 73.c) of Regulation No. 207/2009, if the holder of the trademark fails to ensure that expectations in trade relating to the quality associated with the sign are being met by carrying out periodic quality controls at its licensees.

The CJ replied to this question in the affirmative, indicating that Article 52.1.a) and Article 7.1.g) of the Regulation must be interpreted as meaning that an individual trademark cannot be declared invalid, on the basis of a joint application of those provisions, because the holder of the mark fails to ensure that expectations relating to the quality which the public associates with the mark are being met.

With regard to this second question, the CJ also points out that the scope of Articles 66 to 74 of the Regulation, relating to collective EU trademarks, is expressly confined to marks described as such when applied for and may not, therefore, be applied mutatis mutandis to individual EU trademarks.

3. Remarks. In this judgment, the CJ reminds us of the need –within the framework of Article 15.1 of Regulation No. 207/2009– for a trademark to be used in keeping with its essential function, which is to guarantee to consumers the identity of origin of the goods or services for which it is registered.

Where the use of a trademark does not guarantee to consumers that the goods or services that it identifies come from a single undertaking under the control of which they are manufactured or supplied, and which is therefore responsible for their quality, such use is not made in accordance with the essential function of the mark as an indicator of origin and, consequently, the mark may be revoked for non-use, as provided for in the Regulation.

It is also important to note that the provisions of the Regulation relating to collective trademarks are confined to marks described as such when applied for. That is therefore the appropriate time to analyse whether the mark that we wish to register is an individual or a collective trademark in light of how it is to be used.

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