Catalá ha insistido en que la apuesta tecnológica ha sido un reto para su Ministerio desde que se puso al frente de la cartera de Justicia. Desde entonces, ha dicho, se ha convertido en una de las herramientas clave para dotar a esta Administración de los rasgos necesarios para que siga siendo un pilar del Estado de Derecho y un servicio público esencial caracterizado por la cercanía, agilidad y sencillez que demanda el ciudadano español del siglo XXI, según un comunicado del Ministerio de Justicia.
El ministro ha recordado que en nuestro país hay ocho millones de personas que han nacido con las nuevas tecnologías a los que hay que ofrecer una Justicia acorde a sus necesidades. Para ello, ha explicado, el Ministerio está desarrollando tres líneas para lograr una Justicia digital, abierta e innovadora.
En lo que se refiere al primer punto, la Justicia digital, el objetivo es alcanzar el papel cero en los juzgados y tribunales. Catalá ha recordado que ya se ha implantado el expediente digital en la sección primera de la Sala de lo Contencioso de la Audiencia Nacional y en los juzgados de lo Civil de Cuenca capital y a lo largo de este año se implantará la remisión electrónica de requisitorias a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
La Justicia abierta persigue entablar una relación más sencilla y efectiva con el ciudadano y con los operadores jurídicos. El ministro ha puesto como ejemplo un proyecto que en los próximos meses deberá hacer posible el envío de avisos SMS para comunicar a los ciudadanos las fechas de inicio o de suspensión de los juicios.
Por último, la Justicia innovadora, ha explicado, pasa por seguir extendiendo la Oficina Judicial y Fiscal a la que accederá Ponferrada este año, sumándose a Murcia y Ceuta que ya la tienen.
Rafael Catalá ha dejado claro que si otras Administraciones han hecho con éxito la transición al modelo que demanda el siglo XXI, la Justicia también lo logrará mediante el diálogo con todos.