Durante su comparecencia ante la Comisión para la Reconstrucción Económica y Social en el Congreso, Garamendi ha pronosticado una caída de PIB más profunda que la de 2008 por la crisis del Covid-19 y una salida de la misma que "no será en forma de V en 2021", cuando no se habrán recuperado los niveles de la crisis de 2019, por lo que cree "previsible" que "muchas empresas caigan a lo largo de la crisis".
Por el momento, ha recordado que más de 133.000 empresas han cerrado, según datos de la Seguridad Social, y ha incidido en la especial afectación de la crisis a los sectores no esenciales que han visto su actividad paralizada y requieren de proximidad con el cliente, como la hostelería y el turismo, sector sobre el que ha cifrado en 5.000 millones el coste por cada semana perdida en verano.
Junto al turismo, ha citado la industria y dentro de ésta a la automoción, así como el transporte, el comercio, con una caída de consumo de alrededor del 60%, el sector de la sanidad privada o las actividades relacionadas con la cultura, el deporte o el entretenimiento.
En cuanto a las medidas, considera que las implementadas por el Gobierno han ido "en la buena dirección" pero requieren de continuidad y mejora en algunos casos. Así, sobre los avales del ICO cree que funcionan "razonablemente" por la posición sólida del sector financiero, pero ha pedido su continuidad si hiciese falta disponer de mayores recursos para salvaguardar el tejido productivo.
ERTE hasta diciembre y reforma laboral
Ha reclamado ampliar las condiciones excepcionales de los ERTE "al menos hasta diciembre" y dotarlos de mayor adaptababilidad, si bien ve "muy difícil" que se alcance un acuerdo antes del día 15 porque desde el Ministerio de Trabajo no han entregado los documentos. De esta forma, ha pedido que se adapten estos mecanismos a las necesidades de las empresas.
En cuanto a la reforma laboral de 2012, ha defendido que fue "el elemento de más valor para afrontar con éxito la crisis" anterior y es vista como "positiva" por organismos como la OCDE, la UE o el FMI.
Con independencia de que se puedan acometer cambios a la norma, ha opinado que durante el Estado de alarma "no es el momento" y ha avisado de que no la modificación no se hace bien puede aumentar aún más el paro.
Además, ve "indispensable" dotar de mayor flexibilidad laboral a las empresas para adaptar condiciones de trabajo a la seguridad de los trabajadores en los turnos, las jornadas y los horarios, incrementando las alternativas en materia de movilidad geográfica y funcional, descuelgue de condiciones del convenio colectivo, distribución irregular de jornada.
A su vez, ha reclamado seguridad jurídica y certidumbre, así como mantener y ampliar las moratorias fiscales y atender las facturas pendientes de cobro y las devoluciones tributarias, evitando generar otra gran bolsa de morosidad de las administraciones.
Medidas a medio y largo plazo: más peso de la industria
Para el medio y largo plazo ha reivindicado el refuerzo de la industria, para que su peso pase del 14% al 20% del PIB, normalizando el tránsito, reduciendo costes energéticos y, una vez recuperada cierta normalidad, medidas para atraer inversión con incentivos.
A su vez, ha pedido medidas laborales, fiscales y financieras para el sector turístico, junto a sanitarias para asegurar un turismo "seguro", así como atraer inversores y capitales con un sistema fiscal "competitivo" También ha pedido impulsar la I+D+i al situarse en el 1,3% del PIB, cuando debería situarse en el 3%, y ha hecho hincapié en la necesidad de avanzar en digitalización y en educación, con un gran pacto, y formación, especialmente la dual.
Las pymes piden liquidez "exprés" y flexibilidad
En esta misma línea, el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, ha advertido de que algunas estimaciones apuntan a que un 20% de empresas no podría volver a abrir, por lo que ha remarcado la necesidad de "liquidez inmediata", con un incremento de las garantías del ICO que contemple "tickets de pequeños importes" para que los avales sean prácticamente de forma "exprés", así como que no se rompa la cadena de pagos con la demora de los pagos de las administraciones.
También ha reclamado incorporar los principios de "flexibilidad, adaptabilidad, simplificación y certidumbre" al modelo de los ERTE recogido en la reforma laboral de 2012, sobre lo que ha considerado que "no tiene sentido" establecer plazos por sectores o territorios ya que la actividad "no se va a reactivar por decreto".
"Las empresas deben poder ir recuperando trabajadores ajustando plantillas a necesidades objetivas; ninguna empresa va a dejar de recuperar plantilla si el negocio lo permite", ha apostillado.
Fondos europeos y consolidación fiscal
Ambos representantes empresariales han pedido a los diputados que no se aprovechen los fondos otorgados por la Unión Europea para generar mayor gasto público y retrasar la consolidación fiscal.
Garamendi ve "rápida y contundente" la respuesta de la UE y el BCE, pero considera que los recursos deben canalizarse de forma "eficaz", algo en lo que ha coincidido Cuerva, quien ha subrayado la necesidad de reformas estructurales en ámbitos como la transición energética o la digitalización.
El presidente de CEOE cree que sería "fundamental" volver a pensar en la consolidación presupuestaria para enfocar los esfuerzos prsupuestarios, incrmentar el crecimiento potencial de la economía y ganar "credibilidad".
Otra petición de los empresarios ha sido la simplificacion y mejora del marco regulatorio, así como garantizar el ejercicio de la empresa privada, la libertad de las empresas y el "derecho a la propiedad". En este contexto, ven "clave" el diálogo social como elemento "indispensable" para respaldar la recuperación.
Cuerva ha pedido el fortalecimiento del diálogo social frente a las "imposiciones" o la legislación por decreto ley o "pactos políticos al margen", en referencia al acuerdo suscrito entre el PSOE, Unidas Podemos y Bildu para derogar íntegramente la reforma laboral, al ser aspectos que "no ayudarán a reconstruir la economía.
El presidente de CEOE ha pedido también "unidad" de los agentes sociales y de los políticos, puesto que ha admitido que "a veces cuando uno ve la televisión se sonroja", con el fin de trabajar en una "línea común".
Tanto Garamendi como Cuerva han expresado la "lealtad institucional" y el compromiso del sector empresarial, sin el que, según Cuerva, sería "inalcanzable" la recuperación.