Hechos
La sentencia trae causa del litigio suscitado en La Haya entre Christian Louboutin y Van Haren por la comercialización por esta última sociedad en su establecimiento de zapatos para mujer de tacón alto con la suela revestida de color rojo.
Christian Louboutin era titular de una marca del Benelux para “zapatos de tacón alto” que se describe de esta forma: «La marca consiste en el color rojo (Pantone 18 1663TP) aplicado en la suela de un zapato tal como se muestra en la imagen (el contorno del zapato no forma parte de la marca, su única finalidad es poner de relieve la posición de la marca)». La representación de la marca es la siguiente:
Cuestionada la validez de la marca de Christian Louboutin en el pleito por infracción, el órgano jurisdiccional remitente plantea la cuestión prejudicial al Tribunal de Justicia de determinar si un signo consistente en un color aplicado en la suela de un zapato de tacón alto, como el controvertido en el litigio principal, está constituido exclusivamente por la «forma» impuesta por la naturaleza misma del producto, la forma del producto necesaria para obtener un resultado técnico, o la forma que dé un valor sustancial al producto.
Pronunciamientos
El Tribunal comienza por recordar que al no existir en la Directiva 2008/95 una definición del concepto de forma, la determinación del significado y del alcance de este término debe efectuarse, según reiterada jurisprudencia del Tribunal de Justicia, conforme a su sentido habitual en el lenguaje corriente, teniendo también en cuenta el contexto en el que se utiliza y los objetivos perseguidos por la normativa de la que forma parte (véase, por analogía, la sentencia de 3 de septiembre de 2014, Deckmyn y Vrijheidsfonds, C-201/13, EU:C:2014:2132, apartado 19).
A este respecto, la sentencia advierte que no resulta ni de la Directiva 2008/95, ni de la jurisprudencia del Tribunal de Justicia ni del sentido usual de este término que un color en sí mismo, sin estar delimitado en el espacio, pueda constituir una forma. No obstante, se plantea la cuestión de si el hecho de que un color determinado se aplique en un lugar específico del producto de que se trate significa que el signo controvertido está constituido por una forma, en el sentido del artículo 3, apartado 1, letra e), inciso iii), de la Directiva 2008/95.
ste respecto, ha de precisarse que, si bien la forma del producto o de una parte del producto desempeña un papel en la delimitación del color en el espacio, no puede considerarse que un signo esté constituido por la forma cuando lo que se persigue mediante el registro de la marca no es la protección de dicha forma, sino únicamente la de la aplicación de un color en un lugar específico del producto.
La sentencia acoge las alegaciones puestas de manifiesto por los Gobiernos alemán, francés y del Reino Unido y la Comisión, en el sentido de que la marca controvertida no consiste en una forma específica de suela de zapato de tacón alto, habida cuenta de que la descripción de esta marca indica expresamente que el contorno del zapato no forma parte de la marca, sino que sirve únicamente para poner de relieve la posición del color rojo objeto del registro.
En cualquier caso, no cabe considerar que un signo, como el controvertido en el litigio principal, esté constituido «exclusivamente» por la forma cuando, como ocurre en el presente asunto, su objeto principal es un color precisado mediante un código de identificación internacionalmente reconocido.
A la luz de las consideraciones anteriores, la sentencia responde a la cuestión prejudicial planteada señalando que el artículo 3, apartado 1, letra e), inciso iii), de la Directiva 2008/95 debe interpretarse en el sentido de que un signo consistente en un color aplicado a la suela de un zapato de tacón alto, como el controvertido en el litigio principal, no está constituido exclusivamente por la «forma», en el sentido de esta disposición.
Comentario
En la denodada lucha de Christian Louboutin por la protección de su icónico signo -la suela de color rojo en el calzado- esta sentencia del Tribunal de Justicia sólo puede interpretarse por fin como un paso adelante.
El Tribunal de Justicia, habitualmente restrictivo en la aplicación de ciertas prohibiciones de registro a marcas que se apartan de lo ordinario, parece que empieza a abrirse a la realidad de que los signos pueden en la actualidad revestir formas insospechadas y romper con el encorsetado panorama de las marcas tradicionales.
El color rojo como marca de posición en la suela de un calzado de tacón alto puede ser percibido por una parte considerable de los consumidores como un signo asociado a un fabricante y ser merecedor como tal de la correspondiente protección.
Autor: Antonio Castán, Anuario Elzaburu, Edición 2018 (recopilatorio de comentarios de jurisprudencia europea en materia de Derecho de Propiedad Industrial e Intelectual que realiza Elzaburu).
Texto de la sentencia proveniente de la base de datos El Derecho Internet Mementos. Más información y posibilidad de probar gratuitamente el producto en https://www.efl.es/catalogo/bases-de-datos-juridicas-de-el-derecho
Versión en inglés:
- Background. The judgment ensues from the proceedings in The Hague between Christian Louboutin and Van Haren concerning the sale in the latter company’s establishment of high-heeled women’s shoes with red soles.
Christian Louboutin was the owner of a Benelux trademark for “high-heeled shoes” with the following description: “The mark consists of the colour red (Pantone 18-1663TP) applied to the sole of a shoe as shown (the contour of the shoe is not part of the trademark but is intended to show the positioning of the mark)”. The representation of the mark is shown below:
With the validity of Christian Louboutin’s mark having been called into question in the infringement proceedings, the referring court sought a preliminary ruling from the Court of Justice to determine whether a sign consisting of a colour applied to the sole of a high-heeled shoe, such as the sign at issue in the main proceedings, consists exclusively of the ‘shape’ which results from the nature of the goods themselves, the shape of the goods which is necessary to obtain a technical result, or the shape which gives substantial value to the goods.
- 2. The Court begins by recalling that since Directive 2008/95 does not provide any definition of the concept of ‘shape’, the meaning and scope of said concept must, as consistently held by the Court, be determined by considering its usual meaning in everyday language, while also taking into account the context in which it occurs and the purposes of the rules of which it is part (see, by analogy, judgment of 3 September 2014, Deckmyn and Vrijheidsfonds, C-201/13, EU:C:2014:2132, par. 19).
In this regard, the judgment points out that it does not follow from Directive 2008/95 or from the Court’s case-law or from the usual meaning of the concept that a colour per se, without any outline, may constitute a ‘shape’. However, it raises the question as to whether the fact that a given colour is applied to a specific part of the product in question results in the sign at issue consisting of a shape within the meaning of Article 3(1)(e)(iii) of Directive 2008/95.
In this respect, it states that it should be noted that while the shape of the product or of a part of the product plays a role in creating an outline for the colour, it cannot be said that a sign consists of that shape when the registration of the mark did not seek to protect that shape but sought solely to protect the application of a colour to a specific part of the product.
The Court accepts the observations put forward by the German, French and UK Governments and the Commission that the mark at issue does not relate to a specific shape of sole for high-heeled shoes, given that the description of the mark expressly states that the contour of the shoe does not form part of the mark and is intended purely to show the positioning of the red colour covered by the registration.
In any case, a sign such as the sign at issue in the main proceedings cannot be regarded as consisting ‘exclusively’ of a shape where, as in the present case, its main element is a specific colour designated by an internationally recognised identification code.
In the light of the above considerations, the judgment responds to the question referred for a preliminary ruling, indicating that Article 3(1)(e)(iii) of Directive 2008/95 must be interpreted as meaning that a sign consisting of a colour applied to the sole of a high-heeled shoe, such as the sign at issue in the main proceedings, does not consist exclusively of a ‘shape’ within the meaning of that provision.
- 3. In Christian Louboutin’s struggle to protect its iconic sign, the red-coloured sole, this ruling from the Court of Justice can only be seen as a step forward.
The Court of Justice, which is normally rather strict when it comes to applying certain bars to registration to trademarks which are out of the ordinary, appears to be opening up to the reality that signs can now take unexpected forms and break away from the predictable panorama of traditional marks.
The colour red as a position mark on the sole of a high-heeled shoe can be perceived by a significant proportion of consumers as a sign associated with a manufacturer and, as such, be worthy of the corresponding protection. Antonio CASTÁN
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