El agente, delegado de la asociación en Teruel, subió junto a otros compañeros a la tribuna preparada para que los dirigentes de la AUGC se dirigieran a los concentrados, que se habían dado cita en la Plaza Mayor de Madrid.
El Ministerio de Defensa le impuso una sanción disciplinaria de tres meses de suspensión de empleo y sueldo por una falta muy grave al "observar conductas contrarias a la disciplina, servicio o dignidad de la institucion". No obstante, el Tribunal Militar Central rebajó la condena a un mes de suspensión de empleo y sueldo por falta grave.
La manifestación había sido convocada para reclamar una regulación de los derechos de los agentes de la Guardia Civil que les equiparara a los de el resto de miembros de la Policía. Desde la tribuna el secretario de la AUGC leyó un manifiesto en el que se explicaba que "en la lucha por la dignidad y los derechos" los presentes se habían inclinado por llevar su uniforme porque estaban "orgullosos de él" y porque de otra manera no se les escuchaba.