Según ha informado el Ministerio de Hacienda en un comunicado, el nuevo convenio entrará en vigor en un plazo de tres meses y sustituirá al que existe actualmente, formulado en Londres el 21 de octubre de 1975.
El convenio supone una actualización del articulado anterior que, en determinados aspectos, se había quedado anticuado como consecuencia del largo periodo de tiempo transcurrido desde su entrada en vigor.
La actualización, según el departamento dirigido por Cristóbal Montoro, ha permitido adaptar el texto tanto a las necesidades derivadas de las actuales relaciones económicas y comerciales entre los dos países, como a los sucesivos cambios en el modelo de convenio de la OCDE.
Así, Hacienda cree que se da respuesta a los principales problemas que el convenio anterior no podría resolver, como el tratamiento de los residentes no domiciliados en Reino Unido y los trust, entre otros.
Por otro lado, el nuevo texto supone una reducción de la tributación en fuente, estableciendo la tributación exclusiva en residencia para los dividendos derivados de participaciones mayoritarias, así como para intereses y cánones. Además, incluye una cláusula de arbitraje para resolver conflictos que se puedan derivar de la aplicación del convenio.
El Ministerio de Hacienda cree que, con esta firma, España avanza en su compromiso de renegociar todos los convenios que, por el paso del tiempo y las estrechas relaciones económicas, necesitan adaptarse a las nuevas circunstancias.