FACUA-Consumidores en Acción ha denunciado a Apple Retail Spain SL, la filial española de Apple, ante la Dirección General de Comercio y Consumo de la Comunidad de Madrid por un fallo de diseño en las pantallas de los portátiles MacBook Pro posteriores a 2016 cuya reparación cuesta más de 500 euros.
Los modelos de MacBook Pro lanzados después de 2016 tienen un cable de conexión con la pantalla que se desgasta cada vez que se abre o cierra el portátil, y esto puede terminar rompiéndolo, según ha denunciado FACUA en un comunicado, haciéndose eco del error descubierto recientemente por la compañía de reparaciones iFixit.
Con este diseño elegido para los MacBook Pro ultraligeros, Apple utilizó unos cables flexibles más delgados y frágiles que los cables de alambre más resistentes empleados en diseños anteriores. Además, los nuevos cables están enrollados alrededor de la bisagra, lo que los desgasta cada vez que se abre o cierra la pantalla.
El arreglo de este desperfecto requiere de la sustitución del monitor completo, debido al diseño utilizado por Apple, que hace imposible la sustitución del cable por separado, que costaría unos cinco euros, y obliga a cambiar toda la pantalla, cuyo precio es de 600 dólares (532 euros al cambio).
FACUA considera que Apple podría estar incurriendo en un caso de práctica comercial desleal, ya que al existir este fallo en el diseño de los MacBook Pro la empresa no sólo obtiene beneficios de la venta de los mismos, sino también de su reparación.
Así, la asociación recuerda que la Ley de Competencia Desleal entiende como "engañosa cualquier conducta que contenga información falsa o información que, aún siendo veraz, por su contenido o presentación induzca o pueda inducir a error a los destinatarios", entre las que incluye "la necesidad de un servicio o de una pieza, sustitución o reparación".
De igual forma, la Ley 11/1988 de Protección de los Consumidores de la Comunidad de Madrid, donde tiene su sede social Apple Retail Spain SL, considera infracciones "las prácticas comerciales desleales con los consumidores de acuerdo con lo establecido en la legislación aplicable".
FACUA, además, manifiesta que dicha conducta podría suponer una grave lesión al interés económico de los consumidores debido al alto precio de la reparación, si se tiene en cuenta además que es un defecto que puede surgir en la totalidad de los equipos.
La asociación, por tanto, considera que la infracción podría llegar a ser considerada como muy grave y, tal y como recoge el artículo 53.1 de la Ley 11/1988, la sanción está establecida en hasta 600.000 euros, o podría fijarse en el quíntuplo del valor de los productos objeto de la infracción.