En la víspera del sorteo de la Lotería de Navidad, Gestha revela que cualquier premio distinto de las Loterías, ONCE y Cruz Roja superior a los 300 euros obliga a practicar una retención del 19%, que debería ingresarse en Hacienda.
Asimismo, añade que si el premio fuera en efectivo, como ocurre en algunos concursos televisivos, el ganador tiene que recibir el dinero una vez descontada la retención; pero que si se entrega en especie, el importe íntegro sobre el que se aplica la retención será la suma de la "valoración" y el "ingreso a cuenta", excepto si el importe de este último fue repercutido al ganador.
En el caso de las cestas de Navidad que las empresas dan a sus trabajadores la tributación es diferente, ya que se entiende que son una renta del trabajo en especie, por lo que tributará en el IRPF junto con los salarios.
Por otra parte, muchas personas estarán recordando a los familiares y amigos con quienes hayan compartido décimos y participaciones, y en este marco, los técnicos insisten en que, en caso de ser agraciados, quien cobre el premio debe indicar en ese instante la identificación de todos los partícipes del mismo para esclarecer la relación de afortunados y el reparto de premios.
Asimismo, sostienen que si se comparten décimos y participaciones de los tres primeros premios, sometidos al gravamen especial, la Sociedad estatal de Loterías y Apuestas del Estado abonará a cada partícipe proporcionalmente el premio menos la retención.
Sin embargo, si un premiado quiere regalar un pellizco a otra persona, las arcas públicas podrían enriquecerse porque el beneficiario deberá declarar la donación recibida en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones.
REVENTA PARA BLANQUEAR
En la antesala del sorteo, Gestha también advierte del peligro de revender décimos o papeletas a personas o intermediarios interesados en blanquear dinero, pues quienes lo hagan podrían estar colaborando en un delito de blanqueo de capitales.
Además, tampoco podrán acreditar el origen de estos fondos a Hacienda, lo que puede acabar con una inspección que exija más del 60% del importe ganado entre la deuda y la sanción, y si se trata de un décimo con el premio Gordo podrían verse acusados de un delito fiscal.
Los técnicos consideran que el impuesto de Loterías dificulta el blanqueo al detectarse mejor el cobro repetitivo de premios por una misma persona, pero alertan de que no acaba con esta práctica, dado que los defraudadores pueden tratar de lavar importantes cantidades de dinero comprando varios décimos premiados en una localidad a cambio una comisión.
En este sentido, además de estimar que Hacienda perderá este año casi 20 millones en el sorteo de Navidad por el aumento del mínimo exento, Gestha ya ha alertado de que las fundaciones, asociaciones y entidades sin fines de lucro multiplicaron por ocho los premios de la Lotería, principalmente del sorteo de Navidad, hasta alcanzar la increíble cifra de 427,7 millones de euros en 2019.
Ante esto, insiste en modificar la ley del Impuesto sobre Sociedades para que los premios que ganen las personas jurídicas tributen como mínimo el gravamen de loterías para evitar que las empresas y entidades en pérdidas o parcialmente exentas no tributen y obtengan la devolución de la retención del 20%.
Según sus cálculos, hasta octubre de este año 2020 las entidades jurídicas habrían ganado 340 millones en premios de Loterías de más de 40.000 euros cada uno, cifra que aumentará tras el sorteo de Navidad.
PIDEN REPONER EL MÍNIMO EXENTO
Los técnicos reclaman desde hace cuatro años a la AEAT que les permita abrir un programa de investigación tributaria y de blanqueo de capitales a las fundaciones, asociaciones y otras entidades sin fines de lucro que acumulan el 99,5% de los premios obtenidos por las personas jurídicas, así como a las personas que ganan grandes premios en distintos sorteos.
No obstante, celebra que finalmente en 2021 se podrá investigar los "premios sospechosos", cuando entre en vigor la ley de prevención del fraude fiscal que se tramita en el Congreso, que permitirá a la AEAT "conocer inmediatamente" los premios pagados con o sin retención, identificar al ganador, las fechas del sorteo o apuesta y del pago del premio, entre otros datos relevantes, algo que Gestha demandaba hace varios años.
En este marco, los técnicos de Hacienda piden al Gobierno de coalición que reponga el mínimo exento de los premios de Loterías, ONCE y Cruz Roja a los primeros 2.500 euros, puesto que consideran que así se desincentivaría el juego, además de que no ven ninguna justificación tributaria para que no tribute una ganancia del azar de 40.000 euros, y en cambio el ingreso mínimo vital o una subvención de 1.000 euros obligue a declarar.
De hecho, Gestha aclara que los premios no tienen ningún impacto en el IRPF de los agraciados, quienes sólo añaden en su declaración los rendimientos que les genere el dinero conseguido, como los intereses bancarios.
Tampoco les afectan para pedir becas, prestaciones de asistencia u otras ayudas públicas que dependan de los ingresos y no del patrimonio, ya que la cuantía del premio no se incluye en la base del IRPF, aunque sí hay que incluirlo en el Impuesto sobre Patrimonio si alcanza el mínimo autonómico para presentarlo.