El informe señala que los hábitos de consumo pueden tardar toda una vida en aprenderse, pero con sólo un confinamiento se pueden perder. La pandemia de la COVID-19 ha acelerado y amplificado los cambios en el comportamiento de los consumidores, impulsando la disrupción digital y generando puntos de inflexión en el sector que no se habrían alcanzado en muchos años. La digitalización, una de las principales fuerzas que está configurando todos los sectores de actividad, se ha intensificado por el distanciamiento social y las restricciones de movilidad. Como resultado, en 2020 el mundo del entretenimiento y los media se ha vuelto más remoto, más virtual, más basado en el streaming, más personal y -por ahora al menos- más centrado en el hogar de lo que nadie había previsto a principios de 2020. Según el informe, en medio de una recesión global, en 2020 se producirá la mayor caída de los ingresos totales de entretenimiento y media en los 21 años de historia de esta investigación, con un descenso del 5,6% en relación a 2019 – más de 120.000 millones de dólares en términos absolutos. Sin embargo, si bien las efectos de la pandemia a partir de 2020 continuarán repercutiendo en la economía mundial, las previsiones del informe muestran que las perspectivas del sector siguen siendo positivas.
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