“La eliminación de cualquier lenguaje que pueda llevar a discriminación debe primar por encima de cualquier otra cosa”, ha señalado el decano José María Alonso, solicitando a las personas presentes un aplauso por el cambio de una denominación con varios siglos de historia.
El cambio de nombre que han refrendado los abogados y abogadas de la capital figura en el Plan de Igualdad del ICAM, que como primera medida aboga por actualizar su denominación, adoptada en el año 1732, para acomodarse a la nueva realidad de sus miembros. Con ese fin, el documento preveía la utilización del término sustantivo colectivo Abogacía, más inclusivo, haciendo visibles no solo a los hombres sino también a las mujeres, que representan el 48% del censo colegial. De esta manera, según recoge el plan, “se evitará la ambigüedad, se dotará al nombre de este Colegio de claridad y precisión respecto a quienes lo integran y se evitarán los usos que en nuestra lengua pueden contribuir a la discriminación e invisibilización de las mujeres en la sociedad”.
La abogacía ante la crisis de ucrania
Antes de presentar las cuentas anuales y el informe de gestión relativo al año 2021, el decano José María Alonso ha lanzado un mensaje de unidad y solidaridad con Ucrania y las víctimas de la invasión rusa. “Desde el ICAM, nos gustaría transmitirles que no están solos, que, pese a estos momentos tremendamente oscuros, Europa está con ellos, la comunidad internacional está con ellos y, en lo que nos atañe, queremos que tengan muy presente que cuentan con el pleno apoyo de la abogacía madrileña.”
Entre las acciones impulsadas desde la corporación madrileña, Alonso ha mencionado el refuerzo de los Servicios de Orientación Jurídica en materia de Extranjería, la colaboración activa con el Colegio de Abogados de Varsovia para impulsar un corredor legal y asistir a las familias ucranianas llegadas a Madrid desde Polonia, o la creación de una bolsa de voluntarios especializados en extranjería para que, en caso de que fuera necesario, apoyen a los letrados del SOJ en la labor de asistencia y asesoramiento jurídico.
El decano madrileño también ha agradecido la respuesta unánime y solidaria de la profesión. “Hemos recibido un aluvión de peticiones para ayudar y, como decano del Colegio, quiero decir que estoy tremendamente orgulloso de la respuesta de nuestros colegiados y colegiadas. Orgulloso de que demuestren que la abogacía madrileña siempre está cuando se la necesita”.
Cuentas del Colegio de la Abogacía de Madrid con superávit
En el apartado económico, gracias a una gestión responsable de los recursos el Colegio cerró el 2021 con un superávit de 731.000 euros, lo que ha permitido una compensación parcial del deterioro de los fondos propios del Proyecto Tecnológico IBM efectuado en el ejercicio 2018 por valor de 4,4 millones de euros.
En materia de gastos, la memoria económica recoge un total de 28,5 millones de euros frente a los 29,7 presupuestados, un 4% menos. Las reducciones afectan a las partidas de actividades corporativas y de formación, prestaciones sociales, publicaciones, acciones profesionales y gastos de edificios.
En el apartado de ingresos, el ejercicio 2021 se cerró con una cuantía de 29,24 millones de euros frente a 29,72 millones presupuestados, un 2% menos. Esta reducción, cifrada en 650.000€ en diferentes partidas, fue parcialmente compensada por mayores ingresos a los previstos por cuotas colegiales gracias a un aumento en el número de incorporaciones y reincorporaciones de colegiados sobre lo estimado.
Respecto al censo colegial, el ICAM terminó el año 2021 con un total de 75.281 personas colegiadas, distribuidas en 43.060 ejercientes, 30.745 no ejercientes y 1.476 inscritas. Por género, el 52% del censo son hombres y el 48% mujeres.