“Hemos conseguido ofrecer a nuestros colegiados y a toda la sociedad granadina la posibilidad de escuchar a primeras firmas de las letras españolas hablar sobre el Derecho a través de la Literatura desde un formato de intercomunicación entre abogados y escritores”, señaló el decano de la Abogacía granadina, Leandro Cabrera, durante la inauguración del evento, acompañado por el diputado Tercero y presidente de la Comisión de Cultura, Comunicación y Derechos Humanos de la Junta de Gobierno, Antonio Olivares. De hecho, como resaltó José Luis Corral, director de las jornadas, “el maridaje Historia, Derecho y Literatura es fantástica, porque cuanto más datos y conocimientos tengamos, mejores personas nos haremos”.
Así, los asistentes han podido acercarse al proceso judicial de la antigua Roma de la mano de Santiago Posteguillo. El premio Planeta 2018 (por ‘Yo, Julia’) ha expuesto los pormenores del primer juicio de Julio César sobre el que se centra su última novela.
‘Roma soy yo’, el libro más vendido en 2022, es un “thriller judicial histórico” en el que el joven patricio actúa como fiscal contra el corrupto senador Dolabela allá por el año 77 a.C., lo que ha incitado a los presentes a reflexionar en torno a la independencia del poder judicial.
La audiencia ha viajado de nuevo fuera de la península de la mano de Luz Gabás. La escritora aragonesa, que ha vuelto al encuentro literario un año después con el Premio Planeta 2022 por ‘Lejos de Luisiana’, ha aportado pinceladas del dominio español en tierras estadounidenses durante los años 1763 y 1803. En concreto, la autora del bestseller ‘Palmeras en la Nieve’ ha perfilado la normativa del momento, con especial incidencia en las leyes sobre esclavitud, como el Código Negro vigente a la llegada de España al Oeste del Mississippi y los cambios normativos que se aplicaron a partir de entonces.
De Roma y Luisiana a la corte real del siglo XIV, donde el cuerpo normativo de Las Siete Partidas, promulgado por Alfonso X, y el Ordenamiento de Alcalá, publicado durante el reinado de Alfonso XI, regulaban las normas sucesorias de una de las etapas más crueles y violentas de la historia de España plasmada en las obras ‘Matar al Rey’ y ‘Corona de sangre’, del catedrático en Historia José Luis Corral. El maestro del género de novela histórica ha explicado cómo construyó sobre esta base legal estos dos relatos de intrigas de palacio, luchas de poder y conflictos civiles en los que Alfonso XI el Justiciero y, después, su hijo, Pedro I de Castilla el Cruel, hacen todo lo posible por conservar una corona que todos ambicionan.
Sin salir de palacio, el también catedrático de Historia José Calvo Poyato ha centrado su intervención en los tiempos de Carlos II sobre los que gira su novela ‘El hechizo del rey’, la primera que publicó. No obstante, no ha sido la regulación dinástica el eje de su ponencia, sino los procesos inquisitoriales de estos últimos años del siglo XVII que también forman parte de la historia literaria. De forma pormenorizada, el que fuera alcalde de Cabra (Córdoba) ha ofrecido una clase magistral sobre cómo funcionaban estos procedimientos, en qué materias intervenía el tribunal religioso, los tipos de tortura que se empleaba, la validez legal que tenían estas confesiones y el desarrollo de los autos de fe, en los que se establecían las penas de los condenados.
El toque contemporáneo de las II Jornadas de Novela Jurídica ha venido de la mano de César Girón y Rosario Raro. Por un lado, el autor granadino ha compartido su libro ‘El desaparecido’, una novela que mezcla una trama fantástica y otra de thriller. Es en esta última donde el escritor traslada a las páginas de la obra la regulación de la pena de muerte y la dureza despiadada del sistema jurídico militar en los primeros momentos del franquismo con las que ha conversado con los presentes.
Por otro, Rosario Raro ha estremecido al público con la realidad que se esconde tras la portada de ‘Historia de una carta’, basada en el caso de la talidomida que tantos nacimientos con malformaciones generó en los años cincuenta y sesenta del pasado siglo.
En este sentido, la premiada autora ha repasado el proceso de documentación realizado, en el que tuvo un gran peso la consulta de denuncias, reclamaciones, resoluciones de indemnización y sentencias que, lamentablemente, siguen sin hacer justicia -salvo la literaria- a las víctimas.