El informe señala que la mayoría de los estadounidenses cree que sus actividades online y offline están siendo rastreadas y monitoreadas por las compañías y por el Gobierno con cierta regularidad. Es una condición tan común de la vida moderna que, aproximadamente, seis de cada diez adultos estadounidenses no creen que sea posible llevar a cabo su vida diaria sin que las compañías o el Gobierno recojan datos sobre ellos. Según el informe, la mayoría de los ciudadanos del país piensa que su privacidad y sus datos personales están menos seguros ahora, que la recopilación de datos plantea más riesgos que beneficios y que no es posible evitar que sus actividades online y offline sean rastreadas en su vida cotidiana.