El informe analiza el mercado de la voz como canal de comunicación entre personas e inteligencias artificiales y trata de entender en qué mercados y en qué casos de uso invertir a la hora de desarrollar productos a través de la interfaz de voz. El momento es de constante cambio derivado de la transformación digital. Los avances en inteligencia artificial, el uso de los datos para la toma más efectiva de decisiones o la conexión de los dispositivos con la nube (Internet de las Cosas), forman ya parte del día a día. Estos avances tecnológicos han ido transformando distintas áreas de la actividad humana a una velocidad insólita. En este contexto, aparece la necesidad de encontrar formas de facilitar la relación con la tecnología y de encontrar nuevos casos de uso que ofrezcan valor a las personas, convirtiendo la capacidad técnica en utilidad. Una de las formas más evidentes de simplificar esta relación humanizándola es a través de las interfaces por voz. Grandes compañías tecnológicas como Apple, Amazon, Google, Microsoft, Samsung o IBM llevan ya tiempo poniendo foco en el desarrollo de plataformas de procesamiento de lenguaje natural, transformando el uso de la voz como interfaz en mainstream. No obstante, la interfaz de voz no es adecuada para cualquier interacción. Hay que entender cuándo resuelve de forma más rápida que la pantalla el problema del usuario, o incluso si conviene hacer una interacción multicanal en la que se utilicen diferentes canales.