Así, el avance del año 2018 de las 'Cuentas ambientales: cuenta de impuestos ambientales' del INE señala que en total estos impuestos suponen el 8,1% de toda la presión impositiva en la economía española, lo que supone dos décimas menos que en 2017 (8,3%). De los 22.066 millones de euros recaudados por estos impuestos, el 51,8% fue sufragado por los hogares españoles, que no obstante pagaron un 1,7% menos que el año anterior.
Los impuestos ambientales se agrupan en tres categorías: sobre la energía, sobre el transporte y sobre la contaminación y los recursos. De los 22.066 millones de euros recaudados en 2018, el 82,7% fueron impuestos sobre al energía; el 13% sobre el transporte; y el 4,3% sobre la contaminación y los recursos.
En total los impuestos sobre la energía crecieron un 3,25% respecto a 2017; los impuestos sobre el transporte, un 4,9%, y los impuestos sobre contaminación y recursos, apenas se incrementaron un 0,3%. Del total de impuestos ambientales, los hogares pagaron el 51,8% en 2018 y por tipo de impuestos, abonaron el 76,7% de los impuestos sobre el transporte y el 50,4% de los impuestos sobre la energía.
Por su parte, las ramas de actividad pagaron el 48,2% de todos los impuestos ambientales y por tipo, el 96,9% fueron impuestos sobre la contaminación y los recursos y el 49,6%, impuestos sobre la energía. En cuanto a las ramas de actividad, transporte y almacenamiento fueron las que más impuestos ambientales pagaron, con el 15,8%, seguidos por la industria manufacturera, con el 10,3%.
Al contrario, las ramas de actividad que menos pagaron fueron construcción, con un 0,9%; las industrias extractivas, con el 1%; y agricultura, ganadería, selvicultura y pesca, con el 1,1%.
Por otro lado, de acuerdo con la clasificación del sistema de cuentas nacionales, los impuestos sobre productos, una vez excluidos el IVA y el impuesto sobre las importaciones, alcanzaron 18.251 millones de euros, un 2,3% más que el año anterior.
Mientras, los otros impuestos sobre la producción alcanzaron los 2.022 millones, un 16,5% más que en 2017, y los otros impuestos corrientes ambientales se situaron en 1.793 millones, un 0,2% más.