Las nuevas reglas se aplicarán a partir del 1 de enero de 2021 y los Estados miembros tendrán hasta finales de 2020 para incorporarlas a su legislación nacional. El Parlamento Europeo debe dar su visto bueno a la reforma, aunque, al tratarse de un asunto fiscal, su posición no es vinculante.
La Comisión Europea calcula que las normas revisadas permitirán a las capitales recuperar 5.000 millones de euros en ingresos fiscales que se pierden cada año y prevé que esta cifra se eleve hasta los 7.000 millones en 2020.
Así, las nuevas reglas consideran que los mercados 'online' actúan como vendedores cuando faciliten a los consumidores europeos la venta de bienes con un valor de hasta 150 euros por parte de empresas cuya sede está fuera del bloque comunitario.
En este sentido, las empresas extranjeras que utilicen plataformas para vender productos desde centros logísticos en la UE tendrán que ceñirse a las mismas normas independientemente de su valor. Las plataformas en línea también deberán llevar a cabo registros de las ventas realizadas por firmas que utilizan dicha plataforma.
Del mismo modo, la normativa especifica en qué casos se considera que los mercados 'online' facilitan dichas ventas y en qué casos se considera que no lo hacen, en función de si establecen o no la condiciones de venta y de su participación en el pago, el pedido o la entrega de los productos.
Por último, se actualiza el portal electrónico o 'ventanilla única' que permitirá a las empresas que venden productos por Internet hacer frente a sus obligaciones en materia de IVA en su propia lengua.
"Paso a paso, estamos eliminando las lagunas por las que se pierden ingresos fiscales y que privan a los países de la UE de fondos que podrían utilizarse para los servicios públicos y la inversión. Al mismo tiempo, traemos las normas del IVA al siglo XXI, adaptándolas a una economía cada vez más digital y globalizada", ha destacado el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pierre Moscovici.