El informe pretende mostrar y explicar en profundidad el panorama del sector de los videojuegos en España, ilustrando todo el potencial del que dispone a nivel nacional e internacional. Entre sus conclusiones destaca que el sector español de producción de videojuegos facturó en 2017 un total de 713 millones de euros, un 15,6% más que en 2016, e incrementó su plantilla en un 16,5%, alcanzando los 6.337 profesionales. Según el informe, la extrema atomización, el aumento de la presencia de la mujer y el acceso a la financiación representan los principales retos del sector.