En relación con la actual campaña, Planas ha señalado que las condiciones climatológicas de este año, con menores precipitaciones, hacen prever una producción de vino que rondará los 40 millones de hectolitros, por debajo de la media de los últimos cinco años que es de 43,6 millones de hectolitros.
A la espera de conocer las existencias a final de campaña, las disponibilidades totales pueden ser algo inferiores a las de la campaña pasada, sin llegar a los 80 millones de hectolitros. En este contexto, la actual campaña se debe desarrollar con normalidad, en condiciones de equilibrio de oferta y demanda.
El ministro ha apuntado la necesidad de prestar atención al comportamiento de las exportaciones, para que continúen siendo uno de los principales motores de funcionamiento del sector. Asimismo, habrá que tener en cuenta la evolución del consumo interno que, después de muchos años de retroceso, comienza a recuperarse.
Programa de apoyo al sector del vino
Según ha recalcado Planas, el Gobierno es consciente de la importancia socioeconómica que el sector del vino tiene para España, por lo que continuará apoyando medidas para su desarrollo.
Entre ellas, el ministro ha destacado el Programa de apoyo al sector del vino, que proporciona una ayuda anual de 210 millones de euros, de los que Castilla-La Mancha es el primer beneficiario con el 24% de los fondos en 2018.
En el marco de este programa, la Conferencia Sectorial del pasado junio aprobó ayudas a la reestructuración por valor de 72 millones de euros, de los que 36,6 millones corresponden a Castilla-La Mancha. Y a través de la medida de promoción, en dicha Conferencia Sectorial se aprobaron ayudas por un importe de 50 millones de euros (algo más de 3 millones para Castilla-La Mancha).
De igual forma, Planas ha puesto en valor la medida de inversiones, que ha permitido a muchas cooperativas y bodegas modernizar sus instalaciones, haciéndolas más competitivas. También se ha referido a la medida de destilación de subproductos con la que se contribuye a dar una salida más sostenible a los subproductos de la vinificación, y que beneficia de manera particular a Castilla-La Mancha.
Asimismo, el ministro se ha referido a la reciente aprobación por parte del Ministerio del contrato tipo homologado que facilitará tanto el control como las relaciones entre el viticultor y las bodegas, aportando transparencia en la venta de la uva.
En todo caso, Planas ha expresado el compromiso de su Departamento para mejorar el ajuste de la oferta a la demanda, para lo que se impulsará una normativa que permita establecer requisitos mínimos de calidad, una medida de autorregulación y reforzar el control de la medida de destilación de subproductos.
En las próximas semanas, en septiembre, el Ministerio presentará una hoja de ruta con el desarrollo de estas medidas para dotar de estabilidad al sector.
Sobre la PAC post 2020, el ministro ha asegurado que continuará el programa de apoyo al sector del vino, las ayudas directas y las autorizaciones de viñedo, que apoyaremos para que continúen más allá de 2030, para dar estabilidad a las inversiones de viticultores, bodegas y cooperativas.