Una ley orgánica que, asegura el grupo proponente, se presenta para "dar una respuesta jurídica, sistemática, equilibrada y garantista, a una demanda sostenida de la sociedad actual como es la eutanasia". Con esta inciativa busca, añade, "legislar para respetar la autonomía y voluntad de poner fin a la vida de quien está en una situación de enfermedad grave e incurable, o de una enfermedad grave, crónica e invalidante, padeciendo un sufrimiento insoportable que no puede ser aliviado en condiciones que considere aceptables. Con ese fin, la ley regula y despenaliza la eutanasia en determinados supuestos, definidos claramente, y sujetos a garantías suficientes que salvaguarden la absoluta libertad de la decisión, descartando presión externa de cualquier índole".
La toma en consideración, que supone aceptar tramitar la ley y que ha conseguido 203 votos a favor, 140 en contra y 2 abstenciones, es el primer paso del procedimiento legislativo que se exige para las proposiciones de ley.
Ahora, tal y como se recoge en el Reglamento del Congreso, se abrirá un periodo de enmiendas. Si los grupos parlamentarios presentan enmiendas a la totalidad, se debatirán en el Pleno y solo si la ley supera este trámite, se pasará al estudio por parte de la Ponencia y posteriormente a la Comisión competente, donde se debatirán las enmiendas al articulado.
Finalmente, al tratarse de una ley orgánica, el Pleno del Congreso celebrará un nuevo debate y se deberá votar el conjunto de ley resultante tras las modificaciones que haya podido sufrir durante el proceso legislativo, para el se requerirá el apoyo de la mayoría absoluta. Si lo obtiene, la ley pasa al Senado, donde se seguirá un proceso similar. Finalmente, el Congreso tendrá que validar o no las modificaciones que se hayan hecho en dicha Cámara.