El juicio estaba señalado en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria para este jueves, pero las partes han llegado a acuerdo después de que el acusado haya resarcido a las dos mercantiles afectadas.
Así, el hombre ha sido condenado como autor de un delito continuado de apropiación indebida, con la concurrencia de la circunstancia modificativa de la responsabilidad penal atenuante de reparación del daño.
Según los hechos reconocidos por el acusado, que realizaba labores de contabilidad, gestión de pagos, facturas y gestión de nóminas en dos empresas del mismo grupo, entre 2018 y 2020 “sin conocimiento ni consentimiento de dichas empresas, con evidente ánimo de enriquecimiento personal y prevaliéndose de su privilegiada posición y de la confianza depositada en él, hizo suyos un total de 11.507 euros procedentes de fondos de las mismas”.
El ahora condenado realizó entre octubre de 2018 y febrero de 2020 un total de seis transferencias de dinero a cuentas de su propiedad, en las que “ponía de beneficiario a una sociedad diferente de sí mismo para ocultar su lucro personal”.