La directiva amplía la responsabilidad de las empresas, englobando todas las fases de sus cadenas de suministro. Las compañías deben integrar la diligencia debida en sus políticas y sistemas, alineándose con los valores de la UE. Además, se enfatiza un enfoque proactivo en la gestión de riesgos y se establecen medidas claras para la supervisión regular y la rendición de cuentas.
Las grandes corporaciones deberán revisar y ajustar muchos de sus procesos para cumplir con estas nuevas exigencias. Esto implica la evaluación y mitigación de riesgos ambientales y sociales en todas las etapas operativas.
Con la Directiva (UE) 2024/1760, la Unión Europea consolida su liderazgo en la promoción de prácticas empresariales sostenibles y responsables, buscando proteger el medio ambiente y los derechos humanos, y fomentando una economía más equitativa.
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